Para mi ahijados de la generación 2018-2022 del CLEU
El 21 de septiembre es el día internacional de la mediación y de la cultura de paz. Este día se dedica en varias a reflexionar y construir paz, así como difundir y promover los Métodos Alternos de Solución de Conflictos (MASC). Hoy se hablará en la bancada de la paz del Congreso del estado sobre el Derecho Humano a la Paz, y a partir de hoy se reunirán en Ciudad Juárez, Chihuahua académicos, activistas y servidores públicos de todo el país en el Congreso Nacional de MASC, convocado por el Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua.
Paradójicamente, mientras en el mundo se registran los niveles de violencia más bajos en veinte años (5.8 homicidios por cada 100 mil habitantes), nuestro país registra las tasas de homicidio más altas en las últimas ocho décadas. En 2012 México se ubicaba como el país número 30 con mayor tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, con 12.3. Nueve años desués somos el sexto lugar en este terrible indicador con 29 homicidios por cada 100 mil habitantes. Solo después de El Salvador, Jamaica, Honudras, Venezuela y Sudáfrica.
La proliferación de las diversas modalidades del crimen organizado y la incapacidad de los agentes del Estado para reducir la capacidad financiera, de operación y de violencia de los cárteles, genera tasas de impunidad superiores al 90%, propiciando una espiral de violencia e impunidad.
Al lado de programas integrales para reducir la impunidad, se deben impulsar políticas públicas de construcción de paz y de resiliencia. Sin embargo, es difícil construir paz en un entorno de polarización. La polarización es incompatible con la paz y el Estado de derecho, porque mientras que el Estado de derecho y la pacificación se basan en la objetividad, racionalidad, tolerancia y empatía; la polarización se construye en una lógica dicotómica e irracional de amigo/enemigo, liberal/conservador, o cualquier dicotomía que transmita el sentimiento de ver amenazada su existencia por el otro.
Hablar por una parte de abrazos y por otra, establecer una lógica poarizadora es contradictorio, irreconciliable. Dividir genera una atmósfera totalitaria. Como la dicotomía es subjetiva, propicia poca disposición para el diálogo o lo hace esteril. La polarización deja la puerta abierta a la violencia al cerrarse al diálogo y al ignorar o desacreditar a las leyes, las instituciones; y dejar de lado las funciones preventivas, promocionales, mediadoras del derecho.
No hay democracia sin diálogo. Como refiere Byung-Chul Han (Topología de la violencia) “la democracia tiene en su corazón una esencia comunicativa”; la dictadura prohibe la palabra. No dialoga, dicta.
Así como no es posible la cooperación entre las personas sin confianza y capacidad de compromiso; tampoco es posible el contrato social cooperativo sin certeza y empatía social. La buena política (la que busca el bien común, el bien vivir: Aristóteles) es mediación, es diálogo. En el día internacional de la paz, debemos procurar condiciones para el diálogo, para la tolerancia, la inclusión y la empatía: la negación osada de la violencia.
Guillermo Raúl Zepeda Lecuona