Ante el raro y cuestionable acercamiento que un sujeto tuvo con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, las reacciones con miras al cambio fueron inmediatas por parte de la mandataria, quien señaló de manera categórica que ha solicitado a la secretaria de las Mujeres, Citlali Hernández Mora, revisar si el acoso es un delito penal en todos los estados del país.
Para esta instrucción tuvo que suceder este comentado caso de vulnerabilidad de quien representa el gobierno de un país como México, en donde a diario suceden aberrantes casos de violaciones, golpes y asesinatos de mujeres.
Según datos del Inegi, a través de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, el 70.1% de las mujeres de 15 años o más ha experimentado al menos una situación de violencia (psicológica, física, sexual, económica o patrimonial) a lo largo de su vida.
Pero el cambio en donde la mandataria pidió trabajar en una campaña nacional de respeto a las mujeres fue anunciado después de que presentara una denuncia por acoso contra el sujeto que la palpó en pleno Centro Histórico de la ciudad de México, a la vista del público presente y miembros de su ayudantía, que se supone se encargan de su seguridad.
Otro de los casos mas sonados con reacciones inmediatas fue el del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, tras el cual la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el “Plan Michoacán” con refuerzo de fuerzas federales y apoyos diversos a municipios, esto, reitero, tras el homicidio en cuestión.
La muerte del mártir Carlos Manzo, traerá a Michoacán tres ejes principales a corto plazo estructurados en Seguridad y Justicia con sus respectivas variables; Desarrollo Económico y Educación y Cultura. En síntesis, a Michoacán le irá mejor gracias al sacrificio del edil, que prefirió brindar su vida a cambio del progreso de su comunidad.
Pero si las reacciones con miras a mejorar la vida de estados y municipios se tratarán en base a estadísticas de violencia y abusos, la mayor parte de México estaría ya en el primer mundo y quizá hasta provocaría la envidia de algún país como Dinamarca.
Es la hora de que los cambios se den por obligación y no por malas noticias.