Sin clases, sin labores totales de los gobiernos, sin actividades en negocios, restaurantes ni empresas no esenciales, con la aplicación del Hoy No Circula y la mayoría supuestamente estamos en casa, menos la contaminación en el Valle de Toluca; la calidad del aire sigue siendo MALA.
A pesar de que las autoridades estatales informan una reducción en la movilidad de hasta un 60 %, los índices de contaminantes en lo que va de la súpercuarentena está en niveles similares a los de hace un año, cuando todo era normal.
Me he permitido hacer un comparativo de la calidad del aire desde el 23 de marzo pasado, cuando inició el periodo de aislamiento, y hasta el 30 de abril, con el mismo lapso del año 2019. No ha cambiado mucho el panorama para la metrópoli del Valle de Toluca.
Durante estos 39 días (la primera de nuestras cuarentenas cumplidas), en esta metrópoli de 22 municipios no se ha tenido un solo día con buena calidad del aire como se esperaría. Por el contrario, hemos tenido 32 días de mala calidad del aire, días en que los niveles han superado los 100 puntos Imeca. En el día con mayor contaminación se tuvieron 124 puntos Imeca, el promedio de este periodo es de 107 puntos y solo hubo 7 días con calidad del aire regular.
En ese mismo periodo, pero del año pasado, tampoco se tuvo un solo día de buena calidad del aire. En esa misma cuarentena hubo 37 días de MALA calidad del aire y los dos restantes fueron de MUY MALA. Los índices en aquel año se dispararon hasta 161 puntos.
Todas estas estadísticas de la Red de Monitoreo Atmosférico de la secretaría del Medio Ambiente estatal reflejan también que lo que sí cambió fue el tipo de partículas contaminantes. Durante los primeros días de confinamiento la contaminación estuvo marcada por las partículas PM10 (provenientes del transporte particular principalmente), pero durante casi todo abril han sido las PM2.5, provenientes de fábricas, vehículos en su mayoría de tipo diesel y de quemas agrícolas, siendo estos últimos contaminantes los más dañinos para la salud, según expertos.
Algo no estamos haciendo bien entonces, pues pese al confinamiento ahora tenemos como enemigo un aire más contaminado que afecta en su mayoría a los grupos vulnerables como adultos mayores, personas con alguna enfermedad respiratoria y a niños. En resumen, estas partículas PM2.5 son las más dañinas, incluso han sido catalogadas por la Organización Mundial de la Salud como carcinógenas.
Además del virus SARS cov-2, tenemos también como enemigo las partículas PM2.5 y por ahora no hay otras medidas para evitar llegar a niveles mayores. De no hacerlo, en plena contingencia la contaminación también podría contribuir a la generación de enfermedades e incluso de muertes.