El gobierno del presidente López Obrador será recordado, al igual que muchos, por ser mediocre e ineficiente, el pueblo mexicano tenía en el actual Gobierno Federal un faro de esperanza para que la situación económica y social de México mejorase, pero por ahora no ha demostrado ser así.
El sistema político mexicano se caracteriza por ser centralista, sin embargo, este sexenio ha sido centralista de manera exacerbada; el poder de un solo hombre, siendo el caso del presidente López Obrador, emula las prácticas del viejo régimen como cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era un partido cuasi de Estado durante el siglo pasado.
En las agendas políticas de los países de desarrollo, o como se les llama coloquialmente de “primer mundo”, se discuten temas sobre como generar progreso en la población a través del desarrollo tecnológico, se habla acerca de la implementación del internet de las cosas en la economía, hay debate en la transición hacia las energías renovables, se impulsa año con año aumentos en los presupuestos públicos para la investigación y desarrollo a fin de aumentar el número de patentes, se impulsan políticas de recuperación del poder adquisitivo y de distribución de la riqueza, desafortunadamente en todos esos temas el Gobierno Federal ha sido un actor ausente no solo en su implementación, sino también en el debate público.
En materia de seguridad las cosas no han cambiado; la estrategia de seguridad del presidente López Obrador no es efectiva, los cárteles de la droga han afianzado su poder en varios estados y municipios del territorio nacional, teniendo más poder que el mismo Estado.
Los cárteles son ley y autoridad, de acuerdo con declaraciones realizadas el día de ayer por parte de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, ante un comité del Senado de su país, mencionó que los cárteles del narcotráfico controlan partes de México.
No hay inversión en ciencia y tecnología, pieza clave para el desarrollo nacional, apenas se destina el 0.22% del PIB nacional, en Corea del Sur es del 1%.
Este bajo gasto público influye en el número de investigadores públicos del país, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2022) en México solo hay 5 mil 918 equivalentes a 4.7 investigadores por cada 100 mil habitantes, una proporción baja al ser compradas con economías similares de la región, Chile, por ejemplo, tiene 8.57 investigadores por cada 100 mil habitantes; México tiene una población de 126.7 millones de habitantes, Chile cuenta con 19.50 millones.
Un sexenio que si bien fue golpeado por la economía no ha hecho lo suficiente para impulsar un crecimiento económico importante que permita generar empleos y aminorar la honda desigualad social que vive México.
En definitiva, otro sexenio mediocre más.