El 1 de octubre Claudia Sheinbaum tomará protesta como presidenta constitucional de México.
Muchos son los retos que la próxima jefa del ejecutivo federal tendrá que afrontar a la hora de gobernar.
En lo económico el país se encuentra estable, México sigue siendo un país atractivo a la inversión para el capital extranjero, se habla mucho de que el nearshoring puede ser la palanca de desarrollo del país, sin embargo, la política económica no se puede centrar solo en esta coyuntura geoeconómica.
Para generar empleos bien pagados es necesario una política de Estado que incentive la investigación y desarrollo a fin de crear puestos de trabajo calificados través de la economía del conocimiento como lo han hecho países emergentes como Brasil, India y China.
La presidenta debe impulsar una política industrial que potencie las ventajas competitivas de cada estado y permita integrar a las PYMES en las cadenas de valor de las empresas que invierten en México.
Nuestro principal socio comercial es y seguirá siendo Estados Unidos, pero no podemos concentrar todo nuestro comercio en un solo país.
México es uno de los países con más tratados de libre comercio, sin embargo, no hemos sabido aprovecharlos plenamente.
La impartición de justicia es un tema pendiente que ningún gobierno federal, ni el actual ni los anteriores, ha abordado con la debida atención.
El hecho de que el 98% de los delitos queden impunes refleja el rezago y la corrupción dentro del poder judicial. La propuesta de reforma impulsada por el presidente López Obrador debe ser objeto de un debate amplio.
La elección por voto popular de magistrados y ministros no resolverá el problema y podría generar complicaciones aún mayores.
Es evidente que una reforma del poder judicial es necesaria, pero no la que pretende impulsar la coalición oficialista.
La política de seguridad se tiene que replantear. La guerra abierta contra el narco no es una solución, pero tampoco lo es la política de abrazos no balazos.
Es alarmante el poder que el narcotráfico ha ido ganando poco a poco, no podemos soslayar que el término “narco estado” aplica a varios estados de la República en donde la autoridad cogobierna junto al crimen organizado.
Se tiene contemplado para el próximo gobierno federal la creación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI); esta dependencia será un organismo administrativo desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), a cargo de Omar Gracia Harfuch, con autonomía, técnica, operativa y de gasto, que fungirá como un sistema de investigación e información que contribuye a preservar la integridad del Estado mexicano.
Se espera que con este organismo de inteligencia haya una mayor coordinación entre las dependencias de gobierno encargadas de la seguridad.
Se habló mucho en el actual sexenio de impulsar un Estado de bienestar como en los países nórdicos.
Para ello es necesario impulsar una reforma integral a la política social, de salud, vivienda y salarial. Veremos si el próximo sexenio que está por comenzar marcará la ruta para tener pronto un Estado de bienestar.