Política

Desarrollo económico con China (I)

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  • Gerardo Torres Valdés

La economía de China, conocida por su crecimiento vertiginoso en últimas décadas, será, indiscutiblemente, la primera del mundo en unos años más. 

China no solo crece y genera desarrollo para su población, sino que también lo impulsa en otras partes del mundo, lleva proyectos de infraestructura e inversiones extranjeras de alto calado, su proyecto más sustantivo es la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), una estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional que inició en 2013. 

La IFR cuenta con rutas terrestres por carretera y ferrocarril para el transporte de mercancía que cruzan Asia Central hasta llegar a Eurasia y África, asimismo, establece propuestas de inversión como la creación de puertos, aeropuertos, rascacielos, vías férreas, carreteras, puentes, centrales eléctricas térmicas y túneles ferroviarios.

China no busca imponer agendas ni políticas económicas, todo lo contrario, por ejemplo, para el presidente chino Xi Jinping la IFR es una comunidad de intereses compartidos. 

Xi Jinping, citado por Ruiz Arreola (2019) en su libro “De Mao a la Nueva Ruta de la Seda”, menciona que la iniciativa se origina en China, pero pertenece a todo el mundo, basa su esencia en la filosofía Tianxia, acuñada por Confucio, que tiene como premisa la responsabilidad del gobernante de velar por los intereses de “todos bajo el cielo”. 

Continuando con las palabras de Confucio, un monarca o régimen conserva el mandato del cielo, o bendición del universo para gobernar, únicamente si implementa políticas en beneficio de todos sus súbditos. Bajo esta idea, la IFR busca beneficiar a comunidades de todo el mundo.

La IFR podría convertirse en un arquetipo de Plan Marshall del siglo XXI; recordemos que este plan se originó como un instrumento por parte de Estados Unidos para reconstruir la economía europea golpeada por los estragos acontecidos durante la Segunda Guerra Mundial. 

La IFR tiene como uno de sus objetivos primarios trabajar de manera coordinada con los países miembros de esta iniciativa a fin de generarles valor agregado a sus economías, impulsando y promoviendo desarrollo tecnológico, como consecuencia de ello es posible introducirlas dentro de la industria 4.0.

La IFR juega un papel trascendental a la hora de impulsar las economías locales, las cuales buscan mejorar la vida de su gente, de acuerdo con datos del BM (2019) aglutina el 30% del PIB mundial, 62% de la población del planeta y el 75% de las reservas de energía. 

Kazajstán, un país ubicado en el centro de Asía, en donde las temperaturas son extremadamente frías y la producción de vegetales durante esa temporada es escaza, se beneficia de la IFR ya que conecta a este país con la región autónoma de Xinjiang Uygur del noreste de China con quien cuenta con un comercio transfronterizo de vegetales que satisface las necesidades básicas del pueblo de Kazajstán. 

Datos del Banco Mundial señalan que el comercio entre Xinjiang y este país es de más de $11 mil millones de dólares, una cifra que comprende el 40% del comercio total entre China y Kazajstán.

Otro caso de éxito sobre como la IFR trae desarrollo es Brunei. Brunei es abundante en recursos petroleros y gas, pero el país no cuenta con la infraestructura necesaria para producir y transformar dichas materias primas en productos terminados. 

Lianoning, una provincia del noreste de China otorga $2,123 millones en préstamos de financiamiento, a su vez la empresa china Huludao City Steel Pipe Industrial Co Ltd produce 100,00 toneladas de oleoductos y gasoductos, esta inversión de $100 millones de USD genera más de 300 empleos. 

Los casos de los países anteriores, miembros del IFR, son ejemplo de lo que este proyecto representa para las economías, ayudándoles a impulsar, a su vez, las cadenas de suministro locales.

México, que no es miembro de la IFR, en los últimos años se ha visto beneficiado de la inversión extranjera china; el gigante asiático es el segundo país que más invierte en México. 

Gobiernos municipales, estatales y el Federal ven en China un gran socio comercial. 

Las principales obras del Gobierno Federal son financiadas con capital chino. 

Hernández Enrique (enero, 2023; citando a Martínez José Ignacio, coordinador del laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios ), Así es la carrera de China y Estados Unidos por el control del Istmo de Tehuantepec, Forbes, menciona en su artículo los diversos financiamientos de participación de empresas y bancos chinos en las obras del Gobierno Federal; la empresa paraestatal China Communications Construction Company (CCC), coinvirtió en la construcción del primer tramo del tren maya, invirtiendo más de 630 millones de dólares en la ruta; asimismo, bancos chinos tienen alrededor de 600 millones de dólares en inversiones en la construcción de la refinería de tres bocas.

A diferencia de otras potencias China es un país respetuoso con sus socios y aliados, su política exterior de no intromisión en los asuntos internos de otras naciones le da legitimidad ante el mundo de presentar agendas y proyectos económicos de alta envergadura como la IFR.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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