A principios de año escribí una columna titulada: “¿Qué esperar en 2025?”. Allí, me referí a 3 temas que estaban en la discusión pública y sobre los que planteé mis propias expectativas. Los temas eran: los aranceles de Trump en contra de México, la posibilidad de deportaciones masivas y el crecimiento económico del país. Sobre el primer tema apunté que no creía que hubiera aranceles generalizados; con respecto a las deportaciones, señalé que no creía que estas aumentaran en forma significativa; finalmente, sobre el crecimiento económico mencioné que era posible que este se ubicara en la parte baja de las previsiones. Veamos qué ocurrió en cada uno de estos temas.
Con respecto a los aranceles, y a pesar de múltiples amenazas a lo largo del año, la realidad es que no tuvimos aranceles generalizados. Como algunos lo preveíamos, Trump respetó mayormente al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). De hecho, actualmente 85 por ciento de nuestras exportaciones a Estados Unidos siguen entrando bajo este acuerdo y, por tanto, libres de arancel. Por otro lado, si bien es cierto que tenemos aranceles en algunos productos (acero y aluminio, entre otros), también lo es que nuestra posición comercial relativa es mejor que la de cualquier otro país. Según el sitio Global Trade Alert, México obtuvo una ventaja arancelaria de 16 por ciento en relación con sus principales países competidores gracias a los aranceles de Trump. No es casual, por tanto, que nuestras exportaciones a Estados Unidos hayan aumentado en 2025 y que nos hayamos consolidado como el principal socio comercial de ese país.
En el tema de las deportaciones, las previsiones también resultaron correctas. Las deportaciones durante el primer año de Trump no solo no aumentaron en forma significativa, sino que incluso decrecieron con respecto a años previos. De hecho, la información que reporta mensualmente la Secretaría de Gobernación revela que el número de personas devueltas a México en 2025 es la más baja en muchos años. Entre enero y octubre de 2025, el número de mexicanos que fueron devueltos al país fue inferior a 130 mil, lo que contrasta con un promedio de 170 mil en el mismo periodo de los diez años previos y con el máximo histórico reciente de 221 mil que se tuvo en el segundo año de Joe Biden.
Finalmente, con respecto al crecimiento económico en 2025, también estuvimos en lo correcto. A pesar de que a principios de año se esperaba un crecimiento de la economía mexicana de 1.1 por ciento, la realidad será que esta crecerá en alrededor de 0.4 por ciento, es decir, en la parte baja de las estimaciones de principios de año. Como lo dijimos en su momento, un escenario de crecimiento inferior a 1 por ciento ya era previsto por 1 de cada 4 analistas y la mayoría de ellos anticipaba que el clima de negocios se deterioraría a lo largo del año. A final de cuentas, esta expectativa se materializó y la economía desafortunadamente crecerá a una tasa inferior a la de la población.
En resumen, acertamos en los tres temas: dos de ellos implicaron resultados positivos para el país y el otro, desafortunadamente, negativo. Ya veremos que nos depara el 2026. Mientras tanto, ¡les deseo un muy Feliz Año Nuevo a todos los lectores!