1. … nos sentiremos dichosos tan solo por estar vivos, dice Alexis Valdés Gutiérrez, actor cubano. Yo creo que también seremos más felices que antes, al comprobar que nuestros seres queridos –y los no tanto– siguen vivos, que nos abrazamos con más ternura, que nos vemos a los ojos con una transparencia desconocida, que lloramos lágrimas de la más pura alegría. Cuando acabe el temporal…
2. … porque acabará, deseo que se lamenten más las vidas perdidas, que los patrimonios quebrantados. Habrá que repensar la importancia que damos a los bienes materiales, y el desprecio con el que muchas veces tratamos a otros seres humanos. Deberá surgir otro modelo económico, en donde no se privilegie la especulación y las ganancias desmedidas. Cuando se vaya el huracán…
3. … porque se irá, imagino una Iglesia menos atenta al cumplimiento de las normas y más preocupada por seguir a Jesús de Nazaret; una Iglesia pobre pero capaz de ayudar a los pobres; una Iglesia más incluyente y dialogante. Veremos a los demás no solo como compañeros de viaje en el planeta tierra, sino como hermanos e hijos del mismo Padre. Cuando se aleje la borrasca…
4. … porque se alejará, vislumbro un cambio radical en nuestras rutinas, y la recuperación de nuestras casas como hogares. Ellas ya no solo serán dormitorios, sino espacios vitales para la convivencia familiar. Nos convertiremos en promotores de paz, y evitaremos los pleitos sin sentido, valorando cada segundo de nuestra vida como si fuera el último. Cuando se disipe la oscuridad…
5. … porque se disipará, espero que el gasto sanitario de las naciones supere, y con mucho, al empleado en adquirir armamento bélico. Confío en que los estados asuman mejor su compromiso de garantizar adecuados servicios de salud para todos sus habitantes, en especial para los más necesitados, olvidándose de privatizar esa necesaria política pública. Cuando concluya la calamidad…
6. … porque concluirá, anhelo una reflexión comunitaria sobre el tipo de mundo que hemos construido, basado en el consumismo y el antropocentrismo. Seremos más austeros y conscientes, aprovechando cada oportunidad para servir y no para ser servidos. Haremos más ejercicio y veremos menos futbol por televisión. Sacaremos lo mejor de nosotros, cuando la tormenta pase, porque pasará.
7. Cierre ciclónico. El Papa, en la entrevista que le realizó el periodista español Jordi Évole, reconoció que a lo largo de su vida ha tenido crisis de fe, pero no en este momento y matizó que hoy son más importantes los gestos que las palabras. Su misa diaria se transmite, lo mismo que diferentes iniciativas para mantenernos todos esperanzados. Es la gran autoridad moral que el mundo necesita hoy.
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