Cultura

Venus y la Luna: la dualidad en el cielo

  • 30-30
  • Venus y la Luna: la dualidad en el cielo
  • Fernando Fabio Sánchez

En las últimas semanas, el cielo nocturno ha sido el escenario de eventos astronómicos no muy comunes. 

Han sido tantos que podemos preguntarnos, ¿este tumulto aquí en la Tierra guarda alguna relación con los astros? Algunos dirían que sí.

Justo en la noche del jueves 13 de marzo, ocurrió un eclipse total de luna. 

Pasadas las 11 de la noche en la costa central de California, alcé los ojos al cielo mientras caminaba por una calle solitaria y sin iluminación artificial. 

Y fue asombroso ver cómo la Luna iba siendo devorada por una densa oscuridad.

En cuestión de minutos, la sombra avanzó hasta dejar solo unos cuernos plateados brillando en la penumbra, mientras la luz luchaba con la noche, negándose a perecer.

A través de los binoculares, traspasé las nubes que preludiaban una tormenta: la Luna había adquirido una apariencia casi inerte, negra y sin textura, como si estuviera hecha de carbón.

Imagino lo que debieron sentir los hombres y mujeres de la antigüedad: la Luna, esa llamarada blanca que cruza el cielo con un conejo en el pecho, de pronto convertida en moneda del inframundo, en agujero de luz.

Y la Luna se opacó por completo hasta que, en el instante de oscuridad total, se llenó de un rojo bíblico.

La impresión fue profunda, solo comparable con el miedo de habitar un mundo al revés. 

Ya me contarán ustedes qué sintieron al contemplar la Luna convertida en una hoguera de sangre.

Este evento se suma al desfile planetario de la última semana de febrero, cuando Saturno, Mercurio, Neptuno, Venus, Urano, Júpiter y Marte recorrieron la elíptica de oriente a poniente para hundirse en el horizonte.

Y, por si fuera poco, a estos grandes espectáculos se une el tránsito de Venus de su trono vespertino a su reino del amanecer.

Venus ha dejado de ser visible en el Occidente desde la tarde del 10 de marzo. Ahora se está alineando entre la Tierra y el Sol para volverse invisible.

Pero eso no es todo, en algunas regiones del extremo norte, ocurrirá un fenómeno raro conocido como visibilidad dual de Venus.

Entre el 18 y el 21 de marzo, el planeta será observable tanto en el cielo matutino como en el vespertino. ¡El lucero será de la mañana y de la tarde en estos días!

Y de nuevo es imposible evitar la pregunta: ¿qué nos dice esta dualidad sobre nuestro mundo actual? La vida y la muerte, el fin y el principio coexistiendo al mismo tiempo, como en un eclipse.

Después del 21 de marzo —justo en el equinoccio de primavera en el hemisferio norte— Venus entrará en su periodo de ausencia total, para resurgir con toda su fuerza como el Lucero del Alba a partir del 29.

Y ahora sí, estimados lectores, descendamos juntos como acordamos la semana pasada, luego de esta pausa para apreciar las señales en el cielo.

Continuemos juntos hacia el inframundo, acompañados del canino Venus.


fernandofsanchez@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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