Esta crisis económica está ubicando a las empresas en los extremos; están aquellas a las que les va muy bien, que son las menos, como Bimbo, que reportó en el segundo trimestre crecimientos impresionantes con relación al mismo periodo de 2019: ventas 19.8%; EBITDA 45.2% y utilidad neta 107%. Sin lugar a dudas, el confinamiento ha favorecido al consorcio panadero más grande del mundo. En el otro extremo están las empresas a las que les va muy mal, que son las más. Las ubicadas en este extremo se debaten entre la vida y la muerte sin tener claridad de qué sucederá. Lo más triste de esta crisis es que muchas empresas que operaban “razonablemente” bien antes de la pandemia, no van a poder sobrevivir. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), afirmó que en los próximos seis meses podrían desaparecer más de 500 mil empresas formales en México. ¿Comprendemos la magnitud de una cifra como ésta? En un principio parecería que es un dato incorrecto, por desgracia, el Banco de México validó que un número como éste podría ser factible, ¡qué terrible! El último pronóstico del banco central muestra un deterioro importante respecto a las previsiones del trimestre anterior. En el escenario pesimista, de afectación tipo “U”, Banxico proyecta una contracción para la economía mexicana de 12.8% para 2020. Vale la pena recordar que en la crisis del tequila (1995) la caída del PIB fue de solo 6.9%. No quiero ser ave de mal agüero, pero me parece que todavía no hemos tocado fondo. Expongo mis razones: a) todos los ajustes en las estimaciones de Banxico han sido a la baja y no considero que para final del año vaya a ser la excepción; b) en el horizonte se vislumbran dos riesgos que pueden golpear más a la economía: 1) la prolongación del confinamiento; 2) la baja en la calificación de la deuda soberana. Es muy lamentable que el gobierno de la 4T no tenga una lectura adecuada de lo que están sufriendo las empresas. Se necesitan apoyos urgentes como los implementados en el Reino Unido. ¿Qué opinas al respecto?
Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School
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