La pérdida de mayoría legislativa por el gobierno plantea el reto de construir acuerdos plurales. En la noche de la elección intermedia los últimos cuatro presidentes conocieron la ingrata noticia de la obligada cohabitación con la oposición. Fue un aprendizaje accidentado, con buenos momentos y otros muy malos, especialmente cuando los jerarcas de la oposición utilizan su poder para chantajear al gobierno. Así sucedió con Vicente Fox como lo señaló el entonces contralor Francisco Barrio: lingotes de oro a cambio de cacahuates, esto por el acuerdo con el PRI a cambio de no aplicar la ley por las responsabilidades del pasado, parecido a lo que ocurre ahora, aunque por distintas razones.
En la noche del 6 de junio al presidente López Obrador habrán de confirmarle su temor de que el Morena quedó muy por debajo de la mayoría absoluta. Lo anterior plantea dos escenarios posibles: la cohabitación tendría que ser con sus aliados actuales, el PT y el PVEM en caso de que éstos obtuvieran numerosos triunfos distritales, algo así como 45. El otro, es el acuerdo con el MC. La diferencia es significativa.
En la segunda mitad del gobierno hay una merma del poder presidencial por el ciclo de gobierno y la sucesión presidencial. El factor miedo y los incentivos cambian. Esto complica y encarece los acuerdos. El PT y el PVEM son expertos en el chantaje, al país le saldrán muy costosas sus exigencias. Nada que ver con la política, sería dinero y privilegios para sus dirigentes. Eso podría ser casi tan pernicioso como que el Morena tuviera mayoría absoluta. ¿Por qué la gestión para que el PT retuviera registro por el Tribunal Electoral vino de Carlos Salinas con el aval de Peña Nieto?
Que el MC sea el partido bisagra plantea un escenario más próximo a la política. Aunque haya acompañado políticamente a López Obrador, el entendimiento no será fácil. Intereses encontrados están de por medio ante el proceso sucesorio presidencial. El MC ha ido construyendo un proyecto propio que puede consolidarse si prevalece en la elección de gobernador en Nuevo León.
Encuestas descartan no solo la mayoría calificada, Morena estaría lejos de la mayoría absoluta
Los encuestadores convencionales han ido ajustando cifras, ahora ya descartan no solo la mayoría calificada, sino también lo que aquí se dijo desde hace tiempo, que Morena estaría lejos de la mayoría absoluta. De ocurrir esto frenaría la tentación autoritaria, particularmente, despeja la posibilidad de la reelección presidencial, de una reforma que acabe con los órganos autónomos o que se modifique el sistema electoral en una perspectiva partidista.
El Presidente no está equipado para el acuerdo y la negociación, aunque sí colaboradores cercanos a él. Además, el deterioro de la vida nacional en todos los ámbitos lo señala y lo responsabiliza, aunque no todo le sea imputable. El abuso y descuido del Presidente cobran factura. Habrán de ser más visibles y generarán más encono conforme avance el tiempo. La mentira y las promesas incumplidas tienen costo. El desencanto es lo que viene y como todas las experiencias populistas el final presagia tragedia. _
Federico Berrueto
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