Negocios

Aranceles a China: la jugada mexicana en la integración norteamericana

En el tablero económico internacional, México ha decidido mover una pieza clave: imponer aranceles de hasta 50 por ciento a importaciones de países sin tratados comerciales, con China como principal destinatario. A primera vista, la medida puede parecer riesgosa; sin embargo, cobra sentido al situarla en la estrategia de largo plazo de profundizar la integración con Estados Unidos y Canadá.

No se trata de un regreso al proteccionismo, sino de equilibrar dos objetivos: defender la base productiva frente a prácticas desleales y consolidarse como socio confiable dentro de América del Norte. Hoy 82 por ciento de nuestras exportaciones ya se dirigen a Estados Unidos, y más de un tercio de nuestras importaciones provienen del T-MEC. Apostar por robustecer esa relación no es un capricho, sino la mejor ruta para detonar el crecimiento sostenido.

El trasfondo es claro: China se ha vuelto un proveedor dominante en sectores sensibles como acero, textiles, juguetes y motocicletas, generando un déficit comercial superior a 119 mil millones de dólares en 2024. Los aranceles buscan corregir esa dependencia, proteger 325 mil empleos y estimular la sustitución de importaciones. Además, la medida envía un mensaje directo a inversionistas globales: México quiere ser el destino preferido del nearshoring, un nodo competitivo y alineado con el mayor mercado del mundo.

En paralelo, la decisión coincide con la política comercial de Washington, que también endurece su postura frente a China. Integrarse a esta dinámica va en línea con la idea de una “Fortaleza de Norteamérica”, donde México no es un eslabón débil, sino un socio estratégico en la reconfiguración de cadenas de suministro.

Los riesgos existen: represalias, encarecimiento de insumos o tensiones diplomáticas. Pero también hay beneficios claros en materia de recaudación, atracción de inversión extranjera y fortalecimiento industrial. Lo relevante es entender que los aranceles no son un fin en sí mismos, sino una palanca dentro de una política industrial que busca mayor valor agregado.

La verdadera disyuntiva no es entre abrir o cerrar la economía, sino entre seguir ensamblando piezas ajenas o producir el futuro. Integrarse más a Norteamérica, aun con decisiones incómodas, es la mejor apuesta para que México deje de ser la puerta trasera del continente y se convierta en su centro productivo.

Alfa negativo. En nota personal, antier partió de este mundo mi hermano, Alfonso Razú Aznar, socio fundador de Assembla Law y abogado corporativo que trabajó siempre por un mejor y más confiable ambiente de negocios en México. Muy dolorosa pérdida para su profesión y familia; será muy extrañado.


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David Razú
  • David Razú
  • Economista dedicado a temas de finanzas, inversiones y previsión social. Director General de Afore XXI Banorte.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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