El pasado 20 de enero, nuestra ciudad, León de los Aldama, cumplió 448 años de su fundación. Sin duda, motivo de orgullo y celebración para quienes vivimos aquí, pues a lo largo de más de cuatro siglos, León ha tenido cambios, evolución, transformación y, además, se ha reinventado en más de una ocasión haciendo frente a la adversidad; el secreto: sus habitantes.
Desde el 20 de enero de 1576, cuando Juan Alonso de Torres y Juan Bautista de Orozco fundaron la Villa de León, nuestra ciudad se ha ido perfilando como una localidad de gran importancia, pues en ella se han instituido actividades y vocaciones que la hacen grande.
En 1580 se le concedió el rango de alcaldía mayor y en la primera mitad del siglo pasado inició una importante actividad económica que la convirtió en la capital mundial del calzado al desarrollar una importante cadena productiva respecto del cuero, calzado, proveeduría y marroquinería.
A últimas fechas, ha diversificado su vocación sobresaliendo la de servicios y la industria automotriz. Se ha colocado como destino de turismo de negocios y como anfitrión de eventos de talla internacional que la colocan en el centro de la conversación más allá de las fronteras. Hoy, es la décima economía del país y la quinta ciudad más poblada de México.
Y es que hay que decirlo, León ha sufrido epidemias, sequías, hambrunas y cuatro inundaciones, y sus habitantes, siempre han sacado la casta en la tierra en la que “el trabajo todo lo vence”.
También ha sido León, testigo de eventos que han transformado la historia de México, pues por aquí pasaron Félix Calleja, Francisco Javier Mina y Agustín de Iturbide, así como los hermanos Aldama a quienes debe su nombre. Fue ocupada por los franceses y recibió a Maximiliano de Habsburgo, lo mismo que a Francisco Villa y a Álvaro Obregón quien perdiera el brazo precisamente en León.
También, nuestra ciudad hizo frente a la guerra cristera y sufrió la masacre del 2 de enero de 1946 donde decenas de personas perdieron la vida defendiendo la democracia. Recibió para su cierre de campaña en el 2000 a Vicente Fox, primer presidente de la República de un partido distinto, hasta ese momento, del oficial. Así, queda claro que en León, la libertad se defiende todos los días.
Finalmente, lectora, lector, quiero resaltar el significado de que en nuestro escudo se encuentre un panal, pues es el símbolo de la perseverancia y del trabajo de todas y todos los habitantes de esta gran ciudad, desde donde, quienes aquí habitamos perseveraremos por hacer de nuestro León, un lugar cada vez mejor.