La organización Data Cívica lleva mucho tiempo realizando un esfuerzo, recientemente galardonado, como debe ser, que se llama Votar entre balas, al que nos hemos referido en este espacio en varias ocasiones.
En medio de la violencia que se va tragando cada vez más regiones del país, con los números de homicidios en niveles aún muy altos, con zonas que antes parecían en paz, ahora tomadas por la delincuencia, como Chiapas, el ejercicio se ha concentrado en contar y analizar la violencia en contra de figuras de gobierno, miembros de fuerzas de seguridad, candidatos y sus cercanos en tiempos de elecciones.
Los reportes mensuales y los análisis de Votar entre balas dejan clara la manera en que el crimen organizado influye, cada vez más, en los gobiernos, sobre todo en los locales.
Ahora, gracias a la insensata e incomprensible reforma al Poder Judicial que quiere que los impartidores de justicia sean electos, valdría la pena revisar este esfuerzo. Eso pasa en nuestras elecciones con quienes tienen en sus manos el destino de criminales.
¿Qué podemos esperar si se van a votar a los jueces? Son ellos quienes deciden el destino de los criminales cuando son llevados a proceso.
Por lo pronto, va el resumen del último reporte de Votar entre balas: “Días después de la jornada electoral, durante el mes de junio, tres candidatos que resultaron electos fueron asesinados (Yonis Atenógenes, en Santo Domingo Armenta, Oaxaca; Mario Lázaro, quien había ganado como regidor de Jacona, Michoacán, y Salvador Villalva, quien ganó como presidente municipal de Copala, Guerrero, quien también era capitán en retiro de la Marina).
“En julio se detuvieron los asesinatos en contra de candidatos electos o ex candidatos; no obstante, registramos dos asesinatos en contra de sus familiares: el asesinato en Puerto Vallarta de Irma Fregoso Ortiz, activista feminista y hermana de la ex candidata a diputada federal, y el asesinato del padre del regidor electo Erick Barrón Gasca en Guanajuato. Además, en julio nos sorprendimos al enterarnos del asesinato del jefe de inteligencia de la policía de Ciudad de México, el comisario Milton Morales Figueroa, quien había liderado operaciones contra el crimen organizado en la ciudad. Además de este lamentable asesinato, registramos 13 víctimas mortales más de policías municipales, estatales, jefes de la policía, policías de investigación que fueron asesinados fuera de enfrentamientos, solo durante el mes de julio 2024”.