Faltan nueve días para que arranquen oficialmente las campañas rumbo a la elección presidencial en junio de este año.
Pero tal y como sucedió hace seis años, este espacio extrañísimo de nuestra ley electoral que llamamos “intercampaña” ha resultado más interesante que lo que su definición legal diría. Fue hace seis años cuando una jugada del gobierno, la falsa acusación con Ricardo Anaya, le movió el piso al candidato panista de tal manera que nunca más se pudo recomponer.
Hasta hoy nada similar ha sucedido. Pero febrero ha estado movido en todos los partidos y quienes aspiran a ganar la Presidencia.
En Morena y la campaña de Claudia Sheinbaum el tono lo puso el Presidente con su paquete de iniciativas constitucionales. Uno supone que la candidata oficial fue informada e incluida en tales propuestas, pero para como funciona Palacio Nacional, vaya usted a saber. Lo cierto es que han sido semanas en que Sheinbaum y quienes la acompañan han tenido que pasar su tiempo en medios respondiendo a preguntas de qué opinan de cada una de las iniciativas, sobre todo las más controversiales. Mientras Sheinbaum recorría estados para amarrar candidaturas y apaciguar broncas internas, los temas del futuro habían sido impuestos por el Presidente, proyectando la imagen de que la candidata no es más que una administradora del verdadero líder.
En estas semanas Xóchitl Gálvez logró mayor presencia mediática y comenzó a construir una imagen diferente a la del año pasado y que parecía ya agotada. Su viaje a Estados Unidos, su visita a Roma y lo que, por lo pronto, parece un discurso más disciplinado en eventos y redes, nos anticipan una Xóchitl diferente a la de mediados de enero.
¿Hay tiro? Ya veremos las próximas encuestas —y habrá que elegir en cuál confiamos—, pero al menos todo indica que no será un paseo para la candidata del partido oficial. Por lo pronto, lo que sí hay es una campaña interesante entre dos mujeres. En la boleta habrá tres candidatos, por cierto.
La intercampaña de Movimiento Ciudadano y su apuesta, Jorge Álvarez Máynez, ha comprobado que el desastre provocado por Dante Delgado y sus secretos y grillas de antaño que provocaron lo que provocaron en Nuevo León el año pasado han tenido un costo mayor que puede afectar al que se dice partido de lo nuevo hasta dejarlo como un recuerdo del pasado.