En vez de admitir que la regó en extremo ante el “provocador” papá de uno de Los 43 y que agravió a fuerzas armadas (incluido su principal comandante: “Tienen que reclamarle al Ejército, a Peña, no a mí...”), Andrés Manuel López Obrador vuelve a necear y a calumniar: el domingo, en Querétaro, inclusive amplió el alcance de lo que supone tales instituciones han hecho contra la sociedad:
“Cuando triunfemos no se utilizará al Ejército para reprimir al pueblo”, prometió.
Y aunque dijo respetar “mucho” a los soldados, porque son “pueblo uniformado”, se desató en términos que sobresaltan por lo que implican:
De ganar en 2018, “lo único que no se va a hacer es utilizar al Ejército para masacrar al pueblo. No se va a utilizar al Ejército para reprimir a los mexicanos. No vamos a seguir con la misma política injusta e inhumana de querer enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia con medidas coercitivas, con el uso de la fuerza, con masacres, como lo han venido haciendo...”.
Parece pensar todavía en el 68... y olvidar que pese a ello inició su carrera política en el PRI.
cmarin@milenio.com
