Como una “locura institucional” ha sido descrita la política de Ronald Reagan para aumentar drásticamente el stock de armas nucleares en Estados Unidos, en pleno apogeo de la Guerra Fría. Ahora parece una obviedad: más ojivas nucleares no harán al mundo más seguro, sino que aumentan el riesgo de aniquilación total.
También califica de “locura institucional” la campaña emprendida por TV Azteca para que el Estado mexicano “garantice el derecho constitucional de poseer armas de fuego para defender la vida, el patrimonio y la familia”. Armar a la población civil ante la incapacidad del Estado para garantizar nuestra seguridad, dicen. Son unos genios… de la desfachatez.
¿Portar armas es una buena solución para reducir la tasa de criminalidad y violencia que vivimos? Un categórico no. Por el contrario, sólo empeoraría la crisis de violencia, tal y como ha quedado demostrado en EEUU, donde hay más armas de fuego que habitantes (¡120 armas por cada 100 personas!).
En EEUU, tan solo el año pasado, hubo 656 tiroteos masivos. De 2014 a 2023 se han registrado más de 167 mil muertes y más de 324 mil heridos de bala por uso de arma civil (cutt.ly/Kw2M5lsC). Los tiroteos en escuelas y centros comerciales son ya parte de su “cultura”.
Siendo la economía más grande del mundo y con el sistema de salud más avanzado, EEUU ocupa el penoso lugar 40 en esperanza de vida de sus ciudadanos. Dos son las razones: las armas y las drogas.
En México, con un sistema judicial colapsado el aumento de armas en manos de civiles exacerbaría aún más la violencia. En países de la OCDE, la tasa de jueces por cada 100 mil habitantes es de 65, acá tenemos apenas cuatro (t.ly/ddklI). En número de policías también estamos muy por debajo de los estándares internacionales.
Debemos pugnar por políticas que aborden las causas de la inseguridad: desigualdad; falta de oportunidades; acceso limitado a la educación y a la salud; fortalecer el Estado de Derecho. Es un camino largo, pero es el único.
Los instigadores de esta locura institucional deben aprender de la evidencia: entre más fácil la portación de armas, mayor las tasas de violencia y de homicidios (t.ly/21feM). No echemos gasolina al fuego.