Cultura

Tlayuda con refresco de cola

El mercado abre sus puertas sonadas las ocho de la mañana; poco a poco se escucha el correr de los diablitos acompañados de un silbido aguda y constante. Al fondo, en el área de comida, un comal de barro es expuesto al fuego, junto a el se coloca la manteca de cerdo, los kilos de tasajo (conocido en estas latitudes como cecina natural), y se cuelgan, sobre tubos suspendidos desde el techo, hileras de chorizo rojo. En Oaxaca, unacomida de campeones consta de una tlayuda de chorizo, tasajo o chapulines. Sin embargo, desde décadas pasadas, nos han hecho creer que nada de esto valdría la pena sin una bebida refrescante.

En los últimos días hemos sido testigos de múltiples temas relacionados con la alimentación mexicana. Pero de algo estamos seguros, cada nota, reportaje, investigación, declaración, etcétera, representa un peldaño más en la concientización del porqué comemos lo que comemos. Traeremos a la mesa dos temas, el consumo de refrescos en la dieta popular y el concurso lanzado por la compañía Netflix.

En el primer caso servimos un vasocon refresco, bebida que hoy en día forma parte del desayuno, comida y cena de muchas mexicanas y mexicanos; y a pesar de las campañas publicitarias que muestran las consecuencias en su abuso, los resultados son pocos. ¿Pero qué pasó? ¿en qué momento cambiamos el agua de frutas o natural por la muy mentada bebida artificial? Algunos defensores de la industria achacan el alto consumoa la libre elección; por lo tanto, si tenemos casos elevados de diabetes, es culpa de los consumidores. A lo cual podremos revirar con lo siguiente, las compañías refresqueras han sido varias veces señaladas por tomar el agua de los mantos acuíferos, esto limita la accesibilidad al agua natural; en otro ejemplo, la cantidad de expendedores de refrescos automáticas se ha multiplicado, sobre todos en puntos de amplias concentraciones de gente, como parques, museos, terminales, etcétera. La ley de la oferta y la demanda.

En el segundo aspecto, las plataformas de entretenimiento, como Netflix, han mostrado a sus usuarios un músculo bastante nutrido; lograron tambalear a las compañías televisoras más grande del país, así como crear necesidades poco vistas en otras generaciones, las maratones de series. Es así como por medio de una encuesta, en Twitter, promocionaron su nueva serie Street Food: Latinoamérica, e invitaron a los usuarios a votar por el mejor platillo callejero. La tlayuda, tras una reñida competencia, ganó por un margen mínimo, se enfrentó en el reto con el choripán (ARG), el acarajé (BRA), el ajiaco (COL), el ceviche (PER), y el relleno de papa (BOL). Ambos casos dejan una lección en qué pensar, la publicidad dejó entrar a la peor de las pandemias (la diabetes), pero también puede ensalzar a su propia comida.

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Benjamín Ramírez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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