Aunque el presidente Donald Trump ha querido espantar a México con el muerto de dar marcha atrás al Tratado de Libre Comercio, diversas voces dicen que el presidente de EU más bien se está abrazando a la mortaja, pues el tiro podría salirle por la culata y perjudicar más que beneficiar a sus ciudadanos.
Por un lado, George Friedman y Allison Fedirka (de Geopoliticalfutures.com) argumentan que, si bien las exportaciones son más importantes para Canadá y México que para EU, este último tiene una “aparente” ventaja a la hora de renegociar el TLC (más allá de los chantajes del equipo de Trump).
El sector representa 38 por ciento del producto interno bruto de México, 31 por ciento del de Canadá y apenas 12 por ciento del PIB de EU; éste podría presionar a México al imponer tarifas en productos estratégicos y muy necesarios para el país (como gasolina, acero o productos agrícolas) a fin de bajar la presión que Trump siente por el déficit comercial, pero hay grupos que de plano exigen al presidente estadunidense que ni se meta con sus sectores. Un ejemplo es la American Farm Bureau Federation, que advierte que sus agremiados dependen de las exportaciones para sobrevivir y tener bajos costos para sus consumidores fronteras adentro.
En México, analistas como Alejandro Cervantes —economista senior para México de Grupo Financiero Banorte— afirman que el sector exportador sería la tabla de salvación para la economía de México en 2018. Esto porque una eventual salida de EU del TLC dejaría en choque las economías regionales pero, de cualquier forma, diversos mecanismos internacionales evitarían la anarquía comercial.
Así, recuerda Cervantes, las relaciones comerciales en el bloque norteamericano se darían bajo el amparo de las reglas de la OMC, en donde México tiene el carácter de “nación más favorecida”, con lo cual se evitan conflictos o problemas sobre todo en el ramo arancelario. Así, la salida de EU del TLC dejaría mejor parado a México, pues el promedio de aranceles exportados a EU sería menor del que se aplicaría a lo que México compra de su ex socio del norte.
Esto provocaría un fenómeno opuesto al que detonó la renegociación del TLC: la obsesión de Trump por eliminar el déficit comercial con nuestro país.
Jugar bajo las reglas de la OMC permitiría a México ampliar sus exportaciones a EU y disminuir sus importaciones. Con ello, dice Cervantes, el crecimiento económico de México recibiría un impulso de hasta 0.2 puntos porcentuales. Lo que afectaría la economía mexicana, en caso de que Trump se salga con la suya, serían áreas como el consumo, los precios y la inversión, por lo que el PIB apenas crecería, bajo esos supuestos, 1.6 por ciento en 2018, pudiendo haber una mayor recuperación en los años siguientes.
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