Política

Vecinos distantes

Alan Riding es un periodista británico, nacido en Brasil, y es conocido por su trabajo como corresponsal para Reuters y el Financial Times en Sudamérica, así como por su labor para el New York Times en París. En 1986 publicó su libro Vecinos Distantes. El desacuerdo que se está gestando entre México y los Estados Unidos nos lleva a la esencia de esa obra que Carlos Fuentes retrato como “un libro clásico sobre México durante mucho tiempo”.

Durante su estadía, Riding percibió una brecha extraordinaria entre México y su vecino del norte: en apenas kilómetros se pasaba “de riqueza a pobreza, de organización a improvisación, de sabores artificiales a especias picantes”. Al periodista británico le concernía las diferencias lingüísticas, religiosas, raciales, filosóficas e históricas que separaban en el alma a países contiguos. “Probablemente en ningún lugar del mundo dos vecinos se entiendan tan poco”.

Los mexicanos están dolorosamente conscientes de que las intromisiones estadunidenses y, ahora la relación comercial pone en riesgo la estabilidad económica de nuestros paisanos. El presidente encarrilado en las peleas cotidianas ha llegado a perder de vista con quién se mete.

La relación entre ambos vecinos no siempre ha sido distante, como afirma Laurence Whitehead, desde la alianza que se forjó en la Segunda Guerra Mundial las relaciones entre ambos países se caracterizaron por la cordialidad y “armonía orquestada”, que continuarían en el transcurso de la guerra fría.

Estados Unidos toleró durante muchos años a la dictadura perfecta del régimen priista, como la etiquetaba el escritor peruano Vargas Llosa, con la condición de que éste mantuviera la estabilidad del país. Sin embargo, los abusos de la clase política empezaron a causar estragos en el sistema a través de la severa crisis económica y política del régimen a mediados de los años 70 e inicios de los 80, las fracturas amenazaban con afectar la relativa tranquilidad en las relaciones de ambos.

Riding introduce su análisis del presidencialismo mexicano con un viejo chiste, en el cual el presidente del país pregunta la hora a su subordinado, a lo que éste responde: “La hora que usted diga, señor presidente”. Parece que esos tiempos han vuelto con la presente administración, en la que nuestro presidente es “la personificación temporal de un sistema político que, en sí, es producto de la sociedad mexicana”.

Por otro lado, los estadunidenses entienden muy bien que el presidente con tintes populistas de algún país de la región maneja un discurso patriotero y provocador hacia adentro para consolidar su liderazgo a nivel local, pero que en las negociaciones se comporta de manera correcta, como socio y no como enemigo. En ese sentido, la administración Biden ha sabido manejarse con su vecino mexicano. Mandó un embajador como Ken Salazar que se encuentra cercano y que no tensa el ambiente, pero que sacará lo que les conviene a ellos.

Sin embargo, ahora el presidente mexicano ha declarado la intención de sabotear al partido de los conservadores en el próximo proceso electoral y no entiende la gravedad del caso para nuestros migrantes, ya que además de alimentar el maltrato y odio contra ellos, seguramente los republicanos lo tendrán registrado para futuras situaciones.

Parece que AMLO desconoce la realidad de los paisanos que viven allá. El error consiste en creer que los mexicanos allá votan por los republicanos, basta ver cómo votaron por Trump para aclarar el punto. Esta profunda interdependencia y la postura adoptada por el presidente mexicano ha convertido a los “vecinos distantes” en socios desconfiados y cautelosos.


Google news logo
Síguenos en
Arturo Argente
  • Arturo Argente
  • Tec de Monterrey, Campus Toluca.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.