¡Vaya arranque de año! No van tres semanas de 2025 y ya hay mucho que comentar, pero sobre todo mucho ante lo cual reaccionar. En el Estado de México estamos estrenando períodos de gobierno municipales, y con el dato de que este arranque de período presidencial, a cien días de haber iniciado, ya está rompiendo los peores récords del gobierno federal anterior en el mismo período, como los de homicidios dolosos de los cuales se contabilizaron 82 diarios en el fin de semana anterior, de acuerdo con las cifras oficiales.
Lo que sacudió los medios nacionales e internacionales fue la toma de posesión del señor Donald Trump como el presidente número 47 de los Estados Unidos de Norteamérica, y en su discurso de asunción del poder ratificó todo lo dicho en su campaña electoral, gran parte de lo cual tiene que ver con México y los mexicanos, por lo que llegó un momento crucial para nuestra nación: es la oportunidad para sacudirnos los problemas y situaciones debidas a un vicioso ejercicio del poder en el gobierno anterior, y claro, que la señora Claudia Sheinbaum rompa las amarras que aún la sujetan a quien antes ocupó la presidencia y que ahora vive -se dice- hasta la Chin… Esto implica que todos los mexicanos cerremos filas con la actual presidenta para hacer frente a lo que se viene…
Varias locuras, propias de un sujeto como él, fueron las que expresó Donald Trump en su toma de posesión, y lo peor es que podrá realizarlas; por ejemplo, repitió que cambiará el nombre de Golfo de México, por el de Golfo de América, y cuando lo dijo, su esposa, que estaba sentada atrás de él, se carcajeaba. Eso es lo de menos, porque los vecinos del norte le pueden llamar como quieran, pero es un hecho que se corresponde con el territorio mexicano, pero hay asuntos mucho más preocupantes, como declarar “zona de emergencia” a la frontera sur, o sea, a la frontera con México, lo cual lo faculta para enviar a la Guardia Nacional (la de a deveras, la norteamericana), a la línea divisoria -y ya sabemos cuáles son sus métodos- para impedir el paso de indocumentados, sea cual sea su procedencia.
En este contexto, hay que pensar en la otra gran maniobra que ya determinó: de las deportaciones masivas de indocumentados, y un punto sin aclarar es que a todos los que deporten los van a “aventar”, valga la expresión, a México, sin importar cuáles son sus países de origen. Así que presidentas y presidentes de ciudades fronterizas ya prendieron las alarmas, por todo lo que implica recibir a miles de personas que no tienen a dónde dormir ni qué comer.
La preocupación es totalmente justificada por el tamaño de los problemas que se le vienen encima al gobierno de Sheinbaum y a todo México, y en retrospectiva, los mexicanos se lo debemos al Don Pejelagarto y sus ocurrencias, que declaró que en nuestro país “se recibiría a todos los migrantes con los brazos abiertos” y comenzaron a llegar los ríos de centroamericanos, muchos de los que abandonaron sus casas y lugares ante la falta de oportunidades, y ante la amenaza del crimen organizado, que los hizo decidirse por jugársela y abandonar sus comunidades con sus familias, antes de ser asesinados por esos animales…
Nos leemos y, ya sabe, cuídese mucho, del frío ¡y de la inseguridad pública!