Transcurría el mes de abril del 2021 y el Gobierno Federal anunció que comenzaría la vacunación en contra del Covid-19 para los adultos de 80 años y más, la noticia alegró a Iveth Camila Ortiz, una adolescente de (en ese entonces) 12 años porque sus abuelitos serían inoculados en contra de la enfermedad que nos marcó para siempre como aldea global.
Los viejitos viven en un rancho, en el ejido Albia municipio de Torreón y Camila decidió ir con su laptop e inscribir a sus abuelos en la página de internet que proporcionó el gobierno, ya que los abuelos poco o nada conocen de tecnología.
Efectivamente la niña llegó a la casa de sus parientes y realizó el trámite con éxito, pero en el lugar, una vecina se enteró y le pidió que la apoyara para hacer el registro y así poco a poco se corrió la voz y de pronto Camila ya tenía una fila de viejitos esperando que los apoyara.
Brenda, su mamá la ayudó pero no sabía en realidad los alcances que su hija tendría, porque además de inscribir a los abuelos y el grupo de adultos mayores, Camila le pidió que los llevara hasta el lugar de vacunación que básicamente la autoridad ubicó aquí en Torreón, así que ahí vienen Brenda, sus padres, su hija y un montón de viejitos en la camioneta (que por cierto se quedó sin gasolina en el camino).
Esa fue la chispa que encendió la mecha de Camila, ahí detonó el espíritu indomable de una mujer que a la postre lograría, no solamente registrar, sino trasladar a más o menos 500 adultos mayores para que fueran vacunados.
Porque a partir de ello, la niña y su mamá pagaron el perifoneo (un mecanismo que usan en los ranchos de esta parte del país para dar a conocer algún anuncio importante) para que la noticia se dispersara en las comunidades aledañas como La Concha, Escuadrón 201 y así ocurrió.
Ahora el problema era cómo llevar a los viejitos al punto de inoculación, pues Camila fue y pidió "coperacha" a los grandes potentados del rancho (el del Modelorama, al Comisariado Ejidal, al de la tienda) para completar para la renta de un camión que le cobró dos mil pesos.
En fin, como el perifoneo en los ranchos, la acción de la joven torreonense llegó a oídos de la revista Forbes, lo que le valió para que la ubicaran entre las 100 mujeres más poderosas e influyentes de México en 2021, excelente forma también de empoderamiento femenino.
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