El viernes pasado, la periodista Nayeli Roldán llevó a cabo una de las máximas del oficio, cuestionar al poder en beneficio de la sociedad, mientras que enfrente de ella, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se mantenía en el discurso que se ha escuchado a través de su sexenio de que el medio donde escribe Roldán, Animal Político, siempre ha estado contra su gobierno, etc, ya saben, la cantinela de siempre.
La periodista preguntó, con todos los datos, sobre el espionaje del que ha sido sujeto el activista de los derechos humanos Raymundo Ramos, por parte del Ejército, algo para lo que los militares no están facultados por ley.
El Presidente trató de eludir las preguntas firmes de la periodista, una y otra vez, todo lo achacó a los ataques de sus adversarios, entre los que están medios como Animal Político. Pidió a Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social y vocero de Presidencia, que le pusiera en la pantalla cuánto dinero recibió este medio en el sexenio de Enrique Peña Nieto, etcétera.
Nayeli Roldán ya le había recordado a López Obrador que Animal Político había publicado el asunto de la Estafa Maestra en ese mismo sexenio del priista, lo que le pareció raro al Presidente y así por el estilo.
Desde hace rato ya se vive en las conferencias mañaneras un ambiente de negación desde el púlpito del Presidente, un sentimiento de persecución de parte de los periodistas quienes simplemente quieren realizar preguntas inteligentes.
El Presidente dijo “no, no, no, no, eso no, es otra cosa”, cuando se le preguntó sobre el espionaje a un civil, seguido de un “no sé, no sé, no sé”, para argumentar lo que sí sabe son las intenciones de Animal Político. Es por demás, ya pasamos al “no oigo, soy de palo”.
El ejercicio que fue vendido en un principio como apertura de la Presidencia en materia de comunicación y acercamiento con los medios y con la sociedad, se ha desvirtuado por el propio protagonista de las mañaneras.
“Pero ustedes no van a poner la agenda ¿Por qué? O sea, si tienen todos los medios para expresarse, manifestarse. Todos los días nos atacan, todos los días. No hay objetividad, no hay profesionalismo, es una prensa tendenciosa, vendida, alquilada, al servicio de los corruptos; entonces, ¿por qué les vamos a hacer el caldo gordo a ustedes? Con todo respeto, pues”, dijo el Presidente ese viernes. Así, ni cómo comunicarse.
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