Me da mucha pena pero ahora sí nos vamos a pelear. He soportado, durante muchas semanas, todas esta historia de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel Mossa.
Y después de ver las reacciones a la respuesta del rector de la UNAM, no puedo más. Esto es enfermo, una vergüenza total.
Pero usted no tiene la obligación de saberlo todo. ¿Cuáles son los antecedentes de este conflicto que tiene furioso a todo el país? Ahí le van:
En México tenemos tres poderes. Uno de ellos es el ejecutivo, encabezado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Otro es el legislativo, donde los aliados del presidente ocupan una mayoría histórica que ha permitido que un alto porcentaje de las iniciativas de don Andrés Manuel fluyan sin problema.
Y el judicial, que hasta el año pasado tenía como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a Arturo Saldívar, un hombre que hizo cosas fundamentales y que no siempre coincidió con los intereses de AMLO.
Obviamente la oposición está furiosa con el poder legislativo, pero feliz con el judicial.
Para no hacerle el cuento largo, terminó la administración del ministro Saldívar y comenzó el proceso para elegir a su sucesor.
Una de las personas que más posibilidades tenía de quedarse en su lugar era Yasmín Esquivel Mossa, una mujer con un currículum impresionante pero famosa por estar en muy buenos términos tanto con Andrés Manuel López Obrador como con sus seguidores.
Imagínese, por favor, el escándalo. Lo que la oposición manejó con maestría tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales fue la idea que con ella en la presidencia de la Suprema Corte nada ni nadie iba a poder frenar al presidente.
¿Qué fue lo que sucedió? Que investigaron a doña Yasmín hasta que llegaron a su tesis de licenciatura y concluyeron que era un supuesto plagio.
Una ministra, que representa la justicia, que supuestamente plagió, no puede ser una buena ministra, mucho menos la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Póngase a pensar en la relación de ideas: plagio igual a corrupción, personaje vinculado a AMLO que supuestamente plagia igual a corrupción vinculada a López Obrador, AMLO igual a corrupción.
¿Cuál a sido el estandarte máximo de la administración de Andrés Manuel López Obrador? ¡El combate a la corrupción!
¡Bien manejado ese balón por parte de la oposición! Esto encendió a la opinión pública, Yasmín Esquivel Mossa no quedó como presidenta de la SCJN y la nota creció hasta llegar a un nivel donde media humanidad, de plano, pidió la cabeza de la señora.
Como ella se negó a renunciar. ¿Cuál era el camino? Quitarle la licenciatura para expulsarla de la corte.
La UNAM se tuvo que mover como nunca, el rector salió a dar la cara y aunque el caso no está cerrado, aunque provocará grandes cambios en el tema de las tesis y aunque llegará hasta sus últimas consecuencias.
¡Qué cree! Yasmín Esquivel Mossa sigue en su cargo, lo cual no tiene muy contenta ni a la oposición ni a las multitudes que ya se sumaron a esta historia.
¿Por qué hay tanta gente metida en esto? Porque es muy fácil: a todos nos inculcan que no copiemos en la escuela, vienen y nos dicen que una de las máximas representantes de la justicia mexicana copió ¿y cómo quieren que no nos enojemos?
¡Qué tontos fuimos los que no copiamos! ¡Qué le decimos a nuestros niños si copian! ¡Si así está la justicia, en quién sí podemos confiar! ¡Si estas cosas pasan en la UNAM, cuántas otras no pasarán en otros lados!
Y allá van los chairos a defender lo indefendible. Y allá van los fifís a presionar para que este conflicto se ponga peor.
¿Por qué le dije al principio de esta columna que esto es enfermo? ¿Por qué afirmo que es un vergüenza total?
Agárrese fuerte de donde pueda porque ahí le va: porque nada de esto hubiera pasado si Yasmín Esquivel Mossa hubiera sido una ministra de oposición.
El tema no es la corrupción. El tema no es el plagio. El tema es el odio, frenar a AMLO, acabar con su poder y con el de sus aliados.
¿Quién es más sucio, el que plagia una tesis o el que sólo denuncia cuando le conviene?
Vamos a hacerlo bien: si en verdad usted, los enemigos de AMLO y todos los que están poniendo el grito en el cielo por la originalidad de las tesis de nuestras autoridades están peleando por la ética, la justicia y todos esos valores, que se haga una revisión de todas las tesis de todos los servidores públicos que tenemos en México.
Y no sólo eso, que se haga una investigación a fondo de todas las tesis de todos los periodistas y de todos los influencers que se paran frente a un dispositivo, a una cámara o a un micrófono para informar en este país.
¿Quiénes sí estudiaron y quiénes, no? ¿Quiénes sí hicieron sus tesis y quiénes, no? ¿Fueron originales, plagiadas o pagadas?
Amor con amor se paga (No se confunda. Llevo 36 años utilizando esta frase. No es mi culpa que ahora la use el presidente).
Queremos justicia, pongamos el ejemplo, pero no cometamos el error de utilizar la justicia con fines de odio porque entonces sí estamos jodidos. ¿O usted qué opina?
alvaro.cueva@milenio.com