La cosa está así: hoy viernes 14 de noviembre se va a estrenar en Netflix “Me late que sí” y no es que me lata que está muy buena. ¡Está muy buena!
¿Por qué? Primero, porque tiene “el efecto narcoserie” sin ser una narcoserie y sin promover lo que tristemente promueven las narcoseries.
¿Qué es esto? Que cuando uno la mira, se entera de cosas sucias de las que no se había enterado, se mete en el interior del alma de los delincuentes.
Es morbo. Es chisme. Jugamos a saber más que la policía. ¡Es la experiencia perfecta!
Segundo, porque el reparto es de pura figura de primera como Alberto Guerra, Ana Brenda Contreras, Christian Tappan, Luis Alberti, Mercedes Hernández y Andrés Almeida.
Todas y todos hacen un trabajo excepcional porque no sólo se trata de actuar. No. Yo aquí siento otra cosa. Uno les cree, se divierte pero se asusta.
Y ahí le va el dato por el que yo me cuadré cuando comencé a ver esto: es un texto y dirección de Rodrigo Santos.
Rodrigo es uno de los nuevos genios del entretenimiento mexicano. Ha escrito titulazos como “Las muertas”, “Belascoarán”, “Un extraño enemigo” e “Historia de un crimen: Colosio”.
Y no sólo eso, dirigió la joya de la corona: “Chespirito: sin querer queriendo”.
Éste es el creador al que hay que seguir. En serio. En serio. En serio.
Lo demás, usted ya lo sabe: es la historia de lo que pasó hace años con el Melate, una superproducción de época de aquellas. Todo bien.
Se va a entretener. Va a tener material para reflexionar. Se va a sorprender.
Luche con todas sus fuerzas por ver ya, ya, pero ya, “Me late que sí” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.
DEPORTES
Hoy es viernes y yo tendría que ser el peor crítico de televisión de México si no aprovechara para recomendarle “El once inicial” (magnífico juego de palabras en el título).
Es el nuevo programa de deportes de Canal Once que se transmite los domingos a las 20:00 y que luego queda en YouTube.
¿Por qué se lo recomiendo? Porque representa un cambio en la producción de contenidos periodísticos deportivos en nuestro país.
Como esto viene de un medio público, no hay intereses comerciales. Libertad total.
Y sí, se habla de futbol, del futbol de las televisoras privadas, pero también de otros deportes. Hasta de lucha libre. Y toda la gente que sale ya sea a conducir o a opinar es nueva, es buena. ¡Gracias!
No sé usted, pero yo ya estaba medio harto de ver a puro heredero de la misma escuela de los años 80, a puro señor agresivo, gritón. Y esto me encanta, me refresca, me da esperanzas.
Conducen Zahara Mercado y Omar Guerrero. Excelentes. De veras. Y en los debates están chavos como Chema y Pato más unas notas afortunadísimas por parte de la reportera Vianey Zárate.
La producción es diferente. Hay secciones como “La voz de la experiencia” y presencia en esas ruedas de prensa en las que siempre hay que estar y en las que, tristemente, los medios públicos brillaban por su ausencia.
A esto súmele, por favor, que las cámaras no están fijas. Van al hombro, siempre se mueven. Y uno siente el dinamismo. Y uno se emociona.
Tengo la impresión de que éste podría ser el inicio de algo grande, de algo que va a molestar a muchos cuando entiendan su relevancia. Échele un ojo. Yo sé lo que le digo.