Gloriosa, la película documental “La dama del silencio, el caso Mataviejitas” que se acaba de estrenar en Netflix es gloriosa.
¿Por qué? Porque exactamente como sucedió con “El show, crónica de un asesinato”, estamos ante una obra que supera los estándares de lo que estábamos haciendo antes.
Y no, no es la vida de “La mataviejitas”, es una reflexión profundísima sobre la justicia, el papel de los medios de comunicación y sobre muchas otras cuestiones peor de delicadas que padecíamos (y padecemos) en México.
No le voy a contar detalles para no arruinarle la experiencia, pero le juro que si se sienta a observar con atención este filme, terminará muy satisfecho, pero al mismo tiempo con una preocupación tremenda.
Yo sólo espero que mis compañeros de la prensa especializada tanto en política y seguridad pública como en espectáculos hagan su parte para presionar a las autoridades y cerrar esto que de una manera u otra sigue abierto y afectando la vida de muchas personas, de muchas familias.
¿Qué es lo que más llama la atención de “La dama del silencio”? La lectura política que viene y rebota justo en la actualidad, cuando el presidente de México es el mismo señor que era Jefe de Gobierno en aquel entonces, cuando de lo que se trataba era de perjudicar a Andrés Manuel López Obrador.
¿A usted no le parece espantosa la politización de esta historia? ¿Se va a quedar cruzado de brazos ante todas las injusticias que se cometieron? ¿Qué opina de las faltas de respeto hacia las mujeres asesinadas y sus familiares?
Sí estamos ante algo monstruoso que coincide con aquella famosa entrevista que Yolanda Andrade le hizo a Juana Barraza en el programa “Consecuencias” del canal Unicable.
Por eso amo esta cinta de María José Cuevas (“Bellas de noche”) con guion de Miguel León (“El secreto del doctor Grinberg”), porque pone sobre la mesa todo el odio que se le tiene en México a las mujeres y a los homosexuales, la irresponsabilidad de algunos canales de televisión y más, mucho más.
¿Sabe usted lo que más me encantó? Que a diferencia de otros trabajos similares, aquí hay una visión global. Por tanto, si usted vive en Francia, se va a sentir atendido.
¿Y qué me dice del análisis que se avientan de la figura de las abuelas en México? Es genial porque ayuda a sensibilizar a las audiencias.
Aquí es donde uno celebra la participación de periodistas, escritoras, peritos, criminólogas, fiscales y víctimas. ¡Qué buen trabajo! ¡Y qué magnífica producción!
Toda la parte cinematográfica es espléndida. Cuando esté mirando esto, le suplico que aprecie esas recreaciones hechas específicamente para la película y que observe el avión que pasa en segundo plano, que imagine lo complicado que fue poner al dron en determinada posición para luego colocar las “flechitas” en postproducción que sirvieron para ilustrar cierta ruta.
O la parte de las trabajadoras sexuales, que es tan alucinante como la de la lucha libre. No y ni hablemos de esa secuencia donde un señor habla de cómo encontró un cadáver porque es de auténtica pesadilla,
Uno, como espectador, se contagia de toda esa carga emocional, quiere gritar, pero no puede. ¡No nos sale la voz! ¡Es pavoroso!
Sí estamos ante un trabajo fino, ante un documental que da gusto ver, especialmente en una plataforma con la fuerza y el prestigio de Netflix.
Luche con todas sus fuerzas por ver, pero sobre todo por discutir, “La dama del silencio, el caso Mataviejitas” ya, pero ya, en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.