Dinamizar el sistema electoral implica elevar la participación ciudadana electoral en toda la entidad
Con las reformas electorales del 2014 se buscaba entre otros puntos, la posibilidad de reelección de senadurías, diputaciones y ayuntamientos, para este caso, el periodo debería ser de tres años.
Sin embargo, en nuestra entidad, se implementaron reformas que no favorecieron el empate electoral, por el contrario, se generó una dinámica de elecciones prácticamente cada año.
En el 2008, las reformas en Hidalgo modificaron el tiempo de gestión de las presidencias municipales, de tres a cuatro años, además se recorrió la fecha de elección del gobernador, y prácticamente, quedaron separadas todas las elecciones, y solo garantizar el empate de una elección local y una federal.
De esta manera, se homologó solo la elección de diputados locales, con las elecciones federales, y se cuidó la elección de la gubernatura y de las presidencias municipales, una instancia de poder significativa para todo régimen político, al ser un espacio de gobierno, que permite la interacción, control y operación política.
Considerando las razones mencionadas, el calendario electoral en Hidalgo en los próximos 50-60 años es el siguiente: de acuerdo con la proyección de procesos electorales en Hidalgo, se puede observar que prácticamente tenemos elecciones cada año.
Considerando desde 2015 al año 2069, tendríamos 70 procesos electorales, entre elecciones federales y locales. Es decir, en 55 años, solamente en 4 años no se tendría proceso electoral (considerando el inicio de los procesos electorales, los años son (2025, 2037, 2049 y 2061).
Y dentro de esta misma proyección observamos que no se hubiera presentado un empate electoral de elección presidencial y de gubernatura.
Es decir, en 55 años solamente se hubiera presentado un empate de los tres procesos locales; además solo en ocho ocasiones, solo serían dos procesos, y en nueve elecciones, solamente sería solo una elección para un cargo público.
En este periodo solo se hubieran presentado 18 elecciones concurrentes, es decir, cuando se presente algún empate electoral entre elecciones federales y locales.
Sin lugar a dudas, se requería del empate electoral y reducir el costo de la democracia, y sobre todo el desgaste social y político.
De lo contrario seguiríamos teniendo elecciones cada año, lo cual no favorecería la participación política electoral.
Ya que como lo he demostrado en diversos estudios electorales, las elecciones intermedias (donde solo se eligen diputaciones federales), son menos atractivas para el electorado, que las elecciones donde concurre la elección de la presidencia de la república y senadurías.
La participación electoral sigue siendo baja cuando son “elecciones solitarias”. El verdadero empate de las elecciones locales y federales, no sólo permite reducir costos electorales, también implica, incentivar la participación electoral.
Dinamizar el sistema electoral implica elevar la participación ciudadana electoral. Sin duda alguna después de esta reforma se tendrán que dar pasos sustanciales, para elevar la participación ciudadana no electoral, ya que la ley de participación ciudadana vigente para el estado es limitada y no fomenta, ni incorpora a mayores sectores de la población a los asuntos públicos.
Alfredo Alcalá MontañoTwitter: @alfreduam