El inicio de la temporada escolar dejó en evidencia de nuevo que la flotilla de camiones de transporte público de pasajeros es insuficiente y que el Metro está rebasado, tanto por el rezago en la expansión de su red, como por falta de mantenimiento.
Pero las que terminaron de colapsar la ciudad fueron las lluvias intensas que trajo la tormenta Fernand, con inundaciones que dejaron inmovilizado el sistema de transporte de camiones y taxis, al inundarse las principales avenidas el miércoles 4 de septiembre.
Por eso es importante aprovechar la gran oportunidad de crear una red de tren ligero suburbano que resolvería una gran parte del problema de la movilidad, con menos congestionamientos y la reducción de la contaminación.
Otra de sus ventajas, gracias al estratégico tendido de vías, es que no se paraliza su circulación en caso de inundaciones, lo que garantiza mantener comunicada la zona metropolitana en las amplias franjas poblacionales por donde circulará.
La zona metropolitana de Monterrey, formada por 12 municipios conurbados y con más de 4.5 millones de habitantes, es una de las de mayor crecimiento en el país, expansión que no ha sido con el orden que se hubiera deseado en términos de urbanismo.
Este crecimiento desordenado ha generado una gran demanda de servicios urbanos para la creciente población y la instalación de más empresas, fábricas, comercios, escuelas, clínicas y hospitales.
Ante ello, es urgente un plan de ordenamiento urbano y de movilidad que implica redefinir el deficiente trazado de las rutas de transporte urbano, que orilla a que todos los ciudadanos busquen tener vehículos propios, lo que eleva la contaminación y los congestionamientos viales.
Por eso, el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador y del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, en mayo pasado, de construir un tren ligero desde el municipio de García hasta el Aeropuerto Internacional Mariano Escobedo, en el municipio de Apodaca, es una gran oportunidad para dar un salto hacia una ciudad de primer mundo.
Esto será posible gracias al libramiento ferroviario que minimizará la cantidad de trenes de carga que pasan por la ciudad, que serán concentrados en la estación multimodal de Salinas Victoria.
Una vieja propuesta que data desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado, por parte del gobernador de ese entonces, Alfonso Martínez Domínguez, renovada por el actual Jaime Rodríguez, en el año 2016.
Esperamos que esta vez sí se cumpla este ansiado proyecto de aprovechar el derecho de vía existente para el transporte de pasajeros.
La idea es utilizar la infraestructura instalada para implementar una red de tren ligero que pueda hacer interconexión con las tres (hasta ahora solo dos operando) líneas de Metrorrey y con el sistema de la Ecovía.
Un segundo punto importante es que este tren ligero que recorrerá nuestra ZMM está planeado con fuerza motriz a base de locomotoras diésel, cuando lo más común en todos los sistemas de Metro, es el uso de locomotoras eléctricas, más silenciosas y menos contaminantes.
Aún se está a tiempo para redefinir el tipo de locomotoras y contribuir a tener mejor movilidad, con un impacto ambiental menor para la zona metropolitana, usando también fuerza motriz eléctrica para los trenes de carga que aún quedarán.
Esto da la oportunidad de hacer un cambio general de las vías para implementar aquellas que todavía den servicio a los trenes de carga, pero que también se usen para el tren ligero, con una buena programación de horarios, tal como se hace en Europa.
Además, está demostrado que el tren eléctrico de carga dentro de las ciudades contamina 90 por ciento menos que los camiones de carga.
Con una visión más ecológica y de equilibrio entre habitantes, tráfico, automovilistas y transportistas, podemos definir un “sistema eco-integral de movilidad metropolitana” que merecemos en Monterrey.
Mientras esto no sea posible seguiremos hablando de la crisis del transporte público, de la contaminación, de la lluvia, las inundaciones, los baches. En suma, del inexorable colapso urbano con vialidades infartadas.
Por lo menos ya se ve más cercano un nuevo sistema integral de movilidad metropolitana cuando los trenes de carga salgan de la ciudad. Que tengamos un tren ligero de alta calidad de servicio. Que tengamos, en suma, una ciudad más digna para vivir.
Catedrático de la Universidad Autónoma de Nuevo León