Política

Respetar a Hong Kong

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Hong Kong es un lugar único en el mundo. Es una ciudad vibrante y dinámica donde confluyen la herencia británica del capitalismo y la influencia del sistema socialista de China.

El actual descontento popular surgió por el proyecto de extradición entre Hong Kong y China, que paralizó el aeropuerto de Chek Lap Kok.

Esta iniciativa debilita el estatus de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, que goza de un alto grado de autonomía, excepto en asuntos de defensa y de política exterior. También atemoriza a los hongkoneses que sienten amenazado su estilo de vida de mayores libertades.

Hong Kong sirvió de experimento para abrir China al mundo, por parte del sucesor de Mao, Deng Xiao Ping.

Deng decidió que la apertura de China fuera económica, no política, a diferencia de la Unión Soviética, que colapsó rápidamente. El líder del Partido Comunista Chino controló el poder político mientras abrió la economía gradualmente y por regiones, sin desestabilizar al resto de la gran nación.

Así, Deng creó zonas económicas especiales, donde las empresas se rigen por leyes comerciales distintas del resto del país para incrementar la inversión, el comercio y el empleo: Shenzhen, contigua a Hong Kong; Zhuhai, vecina a Macao, y Xiamen, cercana a Taiwán.

Fui testigo privilegiado de este proceso histórico de transición de Hong Kong y Macao como cónsul general de México, de 1991 a 1995.

Eran los años eufóricos del salinismo con la firma del TLCAN, mientras que China, sin ningún tratado de libre comercio, se convirtió en el segundo socio comercial de Estados Unidos, por arriba de México y debajo de Canadá.

Ahora, 25 años después, a principios de 2019, México es el principal socio comercial de Estados Unidos, pero debido a los aranceles que Donald Trump impuso a China.

En 1997, la antigua colonia británica se convirtió en Región Administrativa Especial, bajo el principio “un país, dos sistemas”, concebido por el visionario Deng.

Bajo este principio, la Declaración Conjunta Sino-Británica determinó que Hong Kong y China forman un solo país bajo la soberanía china pero regidos por dos sistemas distintos: el capitalismo que continuará en la excolonia por un periodo de 50 años, hasta 2047, y el comunismo en la República Popular.

Este equilibrio de sistemas está en riesgo si Pekín insiste en restringir las libertades de expresión y de manifestación de la población hongkonesa a través de un tratado de extradición.

Hace 177 años, China fue una nación humillada por el Imperio británico en las Guerras del Opio.

Bajo presión inglesa, el emperador cedió “a perpetuidad” la isla de Hong Kong y la península de Kowloon. Luego alquiló los Nuevos Territorios por un periodo de 99 años, cuyo plazo se venció el 1 de julio de 1997.

Antes de la fecha, la llamada Dama de hierro, Margaret Thatcher, pretendió renovar dicho acuerdo, pero se estrelló con la férrea voluntad de Deng, quien se negó a renovar el alquiler de los Nuevos Territorios, sin los cuales la colonia británica no podía subsistir, pues Hong Kong era indefendible militarmente por los británicos y dependía del agua potable proveniente de China.

El legado histórico de Deng es inmenso: restauró la dignidad de China, abrió su país al exterior, mejoró la vida de sus habitantes y contribuyó a que muy pronto sea la economía más grande del mundo.

Pero China debe respetar a Hong Kong.

gutierrez.canet@milenio.com
@AGutierrezCanet

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Agustín Gutiérrez Canet
  • Agustín Gutiérrez Canet
  • gutierrez.canet@milenio.com
  • Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación (U. Iberoamericana). Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002). / Escribe todos los jueves su columna Sin ataduras
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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