Las definiciones de emprendedor y emprendimiento son vastas y variadas. En esta columna hemos destacado algunas de ellas, algunas en función de cómo opera un proyecto emprendedor, otras en función de las características del emprendedor, entre otros criterios que se usan para crear estas definiciones.
En lo personal, creo que un emprendedor es quien resuelve un problema de su entorno a través de una empresa. Y en ese sentido hace un bien social y yo lo llamaría un emprendedor social. En esta etiqueta incluyo también cómo se produce el bien o servicio que se ofrece, y el impacto que tiene la operación de la empresa en todo el entorno que afecta, no solo en los clientes, sino también en sus empleados, inversionistas, sociedad en general, medio ambiente, economía local, entre mucho otros.
En los últimos años, cada vez están más presentes las empresas que son creadas con el fin de generar el bien social, con este enfoque más integral. “Las empresas sociales, el valor corporativo compartido y la inversión socialmente responsable han conocido un estallido en las escuelas de negocios, la conciencia del consumidor y las expectativas de los accionistas”, reconoce el estudio El Panorama de la Inversión de Impacto en América Latina.
Dicho informe fue presentado el mes pasado. Su elaboración es responsabilidad de Aspen Network of Development Entrepreneurs (ANDE), el fondo LGT Impact Ventures y la asociación Latin American Private Equity & Venture Capital Association (LAVCA).
En México, dice el estudio, los inversionistas de impacto administran casi 400 millones de dólares. Entre 2014 y 2015 cerraron 45 inversiones, principalmente en inclusión financiera, salud y agricultura. Los administradores de los fondos calculan recaudar 136 millones de dólares más este año y esperan comprometer casi 200 millones de dólares en más de 100 negocios.
¿Son buenas esas cifras? Por el contexto se entiende que el sector está creciendo en forma importante, pero el mismo estudio reconoce que uno de los problemas principales en el fomento de este tipo de inversión es la falta de información al respecto. Además, hay otros desafíos.
Los encuestados creen que el sector aún carece de verdaderos innovadores. Temen también que los emprendedores que hoy están activos sean parte de una “moda” millennial, donde los chavos buscan trabajos impulsados por una misión, sin tener el conocimiento técnico para desempeñarlos correctamente.
El informe reconoce que falta medir el impacto de estos emprendimientos y de estas inversiones para saber si han sido efectivas. Si lo son, eso ayudaría a que más personas se animen a emprender, financiar y promover este movimiento. Si no lo son, es mejor saberlo y hacer los ajustes que se requieren para que lo sean. Por ello se vuelve más dramático que nunca se genere información sobre este sector. De lo contrario, será como manejar un auto sin parabrisas ni espejo retrovisor.
*Fundador de VenturaMedia, firma que promueve la cultura emprendedora.
@adolfoconected
adolfo@venturamedia.mx