Negocios
  • ¿Es real que una persona afligida no tenga intenciones suicidas?

Los médicos clínicos a menudo confían en que los pacientes revelen pensamientos de autolesión. | Foto: Rachel Levit Ruiz/The New York Times

Un conjunto de especialistas defiende que es mejor identificar y tratar los síntomas que conducen a un estado mental suicida: una afección que denominan “síndrome de crisis suicida”.

En sus casi 40 años de carrera como psiquiatra, Igor Galynker ha perdido a tres pacientes por suicidio cuando estaban bajo su cuidado; ninguno de ellos le había dicho que tuviera intención de hacerse daño.

En un caso, un paciente a quien había estado tratando durante un año le envió un regalo —un plato de porcelana para caviar— y una carta, en la que le decía que no era culpa suya; llegó una semana después de que el hombre muriera por suicidio.

“Fue bastante devastador: Tardé tal vez unos dos años en aceptarlo”, aseguró Galynker.

Tasa de suicidio mundial por el SCS

Empezó a preguntarse: ¿Qué ocurre en la mente de las personas antes de que se quitan la vida? ¿Cuál es la diferencia entre ese día y el día anterior? Nadie parecía conocer la respuesta.

Las tasas de suicidio siguen aumentando; ahora es la tercera causa de muerte en todo el mundo entre las personas de 15 a 29 años. 

A pesar de décadas de investigaciones sobre la prevención, aún es muy difícil saber si alguien intentará morir por esta causa.

El método más habitual de evaluar el riesgo suicida consiste en preguntar directamente a los pacientes si piensan hacerse daño.

Aunque se trata de una pregunta esencial, algunos especialistas clínicos, entre ellos Galynker, afirman que es inadecuada para predecir una conducta suicida inminente. 

Una solución mejor, dicen, es identificar y tratar los síntomas que conducen a un estado mental suicida: una afección que denominan síndrome de crisis suicida, o SCS.

Galynker, director del Laboratorio de Investigación sobre Prevención del Suicidio del hospital Monte Sinaí de Nueva York, ha dicho que depender de que las personas con afecciones mentales revelen su intención suicida es “absurdo”.

Algunos pacientes pueden no ser conscientes de su propio estado mental, dijo, mientras que otros están decididos a morir y no quieren decírselo a nadie.

Él y su equipo llevan ya más de 15 años investigando el SCS, y han presentado una solicitud para añadirlo al manual de diagnóstico de salud mental utilizado por los médicos, el DSM-5, como nuevo diagnóstico. 

Es un proceso largo que puede llevar años, pero Galynker afirma que es su mejor apuesta para conseguir que los médicos se tomen en serio los síntomas del SCS.

Enfermedad psiquiátrica grave

Los profesionales clínicos suelen buscar ideación y comportamiento suicidas para determinar el riesgo de suicidio.

El protocolo de Columbia, una evaluación del riesgo de suicidio basada en pruebas y utilizada en todo el mundo, les pide a los pacientes que digan si han pensado en el suicidio, tienen intención de suicidarse o lo han planeado.

Los pacientes reciben una puntuación de cero—el riesgo más bajo posible—si niegan la ideación, a menos que admitan haber intentado o planeado acabar con su vida en el pasado.

A las personas puede resultarles difícil compartir sus pensamientos suicidas. Según una revisión bibliográfica, aproximadamente la mitad de quienes murieron por suicidio habían negado haber tenido intenciones de quitarse la vida en la semana o el mes anteriores a poner fin a su vida.

Hace ocho años, Fred Miller, psiquiatra de urgencias de la zona de Chicago, se sintió angustiado cuando unos cuantos pacientes que habían sido tratados en su departamento se suicidaron, todos ellos en un lapso de dos meses.

Los pacientes habían negado tener tendencias suicidas en sus últimas visitas al NorthShore University HealthSystem, ahora Endeavor Health, donde Miller trabajaba como jefe de psiquiatría.

El repunte de los suicidios podría haberse considerado una anomalía estadística, una trágica consecuencia de una enfermedad psiquiátrica grave. Pero él no lo veía así.

“Fue una especie de déjà vu”, aseguró.

En 2013, varios años antes, la hija de Miller, Alyssa, de 24 años, había muerto por suicidio. Él había rogado al psiquiatra de Alyssa que la ingresara en un hospital: estaba agitada y no dejaba de “pensar en pensar”. 

También tenía dificultades para dormir y se había vuelto retraída. Pero el médico de Alyssa se negó a hospitalizarla, en parte porque ella había negado sentirse suicida. Días después, estaba muerta.

Desesperanza frenética

El síndrome de crisis suicida se considera el último de una progresión mental de cuatro etapas hacia el suicidio, que a menudo comienza con problemas persistentes como el alcoholismo y los efectos persistentes de un trauma infantil.

Cuando estos problemas se combinan con rasgos de carácter como el perfeccionismo o la impulsividad, así como con acontecimientos vitales estresantes y pensamientos de ser un fracaso y una carga, se crea una tormenta perfecta.

Para ser diagnosticado de síndrome de crisis suicida (SCS), dijo Galynker, los pacientes deben tener un “sentimiento persistente e intenso de desesperanza frenética”, en el que se sientan atrapados en una situación intolerable.

También deben presentar aflicción emocional, que puede incluir ansiedad intensa, sensación de estar extremadamente tensos, nerviosos o inquietos (a menudo desarrollan insomnio), retraimiento social reciente y dificultad para controlar sus pensamientos.

"En el momento en que los pacientes desarrollan el SCS, están tan afligidos que la parte pensante del cerebro —el lóbulo frontal— está desbordada", dijo Lisa Cohen, profesora clínica de psiquiatría del Monte Sinaí, quien estudia el síndrome con Galynker. 
"Es como intentar concentrarse en una tarea con una alarma de incendios que suena y perros que ladran a tu alrededor”, explicó.

¿Cómo funciona el SCS en temas de suicidio?

Aunque el SCS todavía no es un diagnóstico oficial, el síndrome se está utilizando para evaluar la suicidalidad en centros de salud selectos de Estados Unidos, así como en otros países, como Israel y Noruega.

Miller, psiquiatra de Endeavor Health en Chicago, tuvo conocimiento del SCS tras los suicidios de los pacientes, entonces dirigió los esfuerzos para detectarlo en todos los pacientes psiquiátricos de su sistema hospitalario. 

Además, señaló que, al intentar poner en práctica las pruebas de detección, ha habido “arranques y tanteos”.

“Es como dar la vuelta al Titanic. Hay muchas partes interesadas que tienen que ver que merece la pena el tiempo y el esfuerzo un nuevo enfoque”, añadió.

Finalmente, basándose en los resultados de una muestra de profesionales del sistema hospitalario de Miller y de otras instituciones, los clínicos informaron de que el SCS era útil para evaluar el riesgo de suicidio a corto plazo. 

En 2024, Miller y sus colaboradores publicaron un estudio que mostraba que cuando a los pacientes de urgencias se les diagnosticaba SCS, y eran ingresados en el hospital con ideación suicida de moderada a grave, tenían un 75 por ciento menos de probabilidades de ser readmitidos en el hospital que los pacientes con el mismo nivel de ideación suicida que no tenían el síndrome.

Los resultados sugerían que los pacientes con SCS se beneficiaban de un “tratamiento inmediato y de alta intensidad”, confirmó Miller.

Agujero negro de tristeza

Marisa Russello, de 39 años, conoció el SCS hace varios años cuando trabajaba como asesora en el laboratorio de Galynker, cuatro años después de que intentara quitarse la vida.

"El síndrome puso realmente en palabras mi experiencia”, compartió.

La noche que estuvo a punto de morir, Russello no planeaba hacerse daño inicialmente, pues dijo que la vida había estado estresante, se sentía abrumada en el trabajo, y un nuevo antidepresivo no le estaba funcionando, su marido y ella discutían más de lo habitual; no tenía pensamientos suicidas.

Russello estaba en el cine con su marido cuando empezó a sentir náuseas y agitación. Dijo que le dolía la cabeza y que necesitaba irse a casa.

Al llegar al metro, la invadió una oleada de emociones negativas.

“Siento que mi marido se va a divorciar de mí. Soy demasiada carga para él, no puedo seguir sin él”. Cuando llegó a casa, había “caído en un agujero negro de tristeza”, pensó.

Por lo que decidió que no tenía más remedio que acabar con su vida

Afortunadamente, dijo, su intento fue interrumpido; su decisión de morir por suicidio fue tan repentina que si su psiquiatra le hubiera preguntado por las autolesiones en su última sesión, ella habría dicho, sinceramente, que ni siquiera se lo había planteado.

Ahora, dijo, cuando se encuentra en el mismo estado de ánimo —inquieta, rumiante, desesperada— Russello busca ayuda de inmediato confiándoselo a su marido.

“Es importante que la gente, incluso los no expertos, reconozcan lo que es esto”, confesó.

Circunstancias y síntomas

Paul Appelbaum, profesor de psiquiatría de la Universidad de Columbia, quien ha revisado los añadidos propuestos al DSM-5, se pregunta si diagnosticar a los pacientes con SCS podría tener un “efecto estigmatizador”.

“¿Qué efecto tiene sobre su idoneidad para estar asegurados?”, preguntó Appelbaum.

¿Es algo que tendrías que revelar al solicitar una licencia profesional? ¿Debería diagnosticarse a la gente si niega la intención suicida e insiste en que no planea hacerse daño?

Appelbaum también cuestionó que el SCS fuera realmente un trastorno mental, preguntándose si no podría describirse mejor como “un conjunto de circunstancias y síntomas” que ayudan a predecir la conducta suicida.

"Las últimas pruebas, gran parte de las cuales han sido financiadas por la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio, apuntan a que el SCS es un síndrome único", aseguró Galynker.

Pero él y sus colegas aún no han obtenido la financiación para el máximo estándar de la investigación: un ensayo a gran escala controlado y aleatorizado.

Para Galynker y sus colaboradores, existe una necesidad urgente de identificar y tratar con mayor precisión a quien corre mayor riesgo de acabar con su vida. 

“No vienes a urgencias con un dolor torácico aplastante y te limitas a esperar. Hay que tratarlo. Lo mismo debería ocurrir con el estado mental suicida", añadió.

KL

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.