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  • La empresa detrás de ChatGPT lidera la mayor movilización de capital en la historia corporativa para impulsar la IA

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Sam Altman, CEO de OpenAI, impulsa una apuesta de billones de dólares en inteligencia artificial. SHUTTERSTOCK.

La circularidad del dinero y el auge de la deuda amenazan con convertir su apuesta en un riesgo financiero.

La búsqueda de una inteligencia artificial (IA) similar a la humana no es barata. OpenAI, la compañía que desató la carrera de la IA en la industria de tecnología, reconoce que su búsqueda necesitará más capital que cualquier otro proyecto de inversión en la historia corporativa. Como resultado, se encuentra forjando nuevos e inusuales vínculos financieros con algunos de los nombres más importantes del sector.

“Decidimos que es hora de hacer una apuesta muy agresiva en infraestructura”, declaró el director ejecutivo Sam Altman en un podcast con la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz. “Para hacer la apuesta a esta escala, necesitamos que toda la industria, o una gran parte de ella, la respalde”.

La magnitud de esa apuesta se hizo evidente en las últimas semanas, ya que la compañía detrás de ChatGPT cerró una serie de acuerdos que podrían llevarla a gastar más de un billón de dólares en potencia computacional.

Aprovechar tanto capital llevó a OpenAI a cerrar acuerdos que sacan provecho de los recursos financieros de otras grandes compañías de tecnología, lo que se suma a una creciente red de dependencias financieras en el mundo de la IA

En el proceso, podría estar contribuyendo a crear un nuevo nivel de riesgo sistémico en una industria que es posible que ya haya entrado en una burbuja.

él dice

"6 gigavatios es la potencia eléctrica que OpenAI necesitaría,

Para operar sus futuros centros de datos: tres veces la capacidad de la presa Hoover"

La última prueba de la inusual forma de realización de acuerdos de Altman fue un trato con el fabricante de chips AMD, que con el tiempo podría resultar en que OpenAI compre suficientes chips como para requerir seis gigavatios de energía eléctrica, el triple de la capacidad de la presa Hoover. 

Se estima que cada gigavatio de nueva capacidad computacional requiere una inversión de capital de unos 50 mil millones de dólares (mdd), de los cuales aproximadamente dos tercios podrían ir a AMD para financiar los chips.

Sin embargo, OpenAI solo ha hecho un pedido en firme para el primer gigavatio, y no está claro qué tanto de este acuerdo –ni de otras partes de su gigantesca fiebre de gastos– se concretará en su totalidad. El acuerdo también vino con un incentivo inusual que podría llevar a que AMD, en efecto, le otorgue a OpenAI alrededor de 10 por ciento de sus acciones, que actualmente valen 36 mil mdd.

Esta es solo una de las novedades financieras que OpenAI ha presentado recientemente en los mercados. A finales del mes pasado, llegó a un acuerdo preliminar para que el fabricante de chips Nvidia inyecte hasta 100 mil mdd en capital en 10 plazos, cada uno vinculado a que OpenAI realice pedidos de 1 GW de chips Nvidia. 

Detrás de la ingeniería

OpenAI también confirmó el mes pasado que acordó pagar 300 mil mdd en un trato a cinco años para comprar capacidad de centros de datos a Oracle.

ÉL DICE

"Un billón de dólares es el monto estimado,

Que OpenAI podría gastar en infraestructura de IA"

Analizar los riesgos de transacciones gigantescas como estas añade una nueva complejidad al financiamiento del auge de la IA.

Un reto ha sido sopesar las probabilidades de que estos y otros mega acuerdos alguna vez lleguen a concretarse por completo. Entre las incógnitas se encuentran: si la demanda de servicios de inteligencia artificial será lo suficientemente fuerte como para justificar la construcción de todos los centros de datos, si las nuevas instalaciones podrán financiarse, construirse y equiparse, y si habrá suficiente electricidad para alimentarlas.

Bajo las reglas de contabilidad estadunidense, las empresas solo pueden declarar los ingresos futuros previstos –conocidos como “obligaciones de desempeño restantes”-- de los contratos que no se pueden cancelar. 

Pero eso no significa que los accionistas de Oracle puedan considerar la promesa de 300 mil mdd de OpenAI como dinero en efectivo. Si la demanda de sus servicios no alcanza, OpenAI podría simplemente no ser capaz de pagar, o ambas partes podrían optar por renegociar.

Las acciones de Oracle subieron 36 por ciento luego de la noticia del crecimiento de su cartera de negocios de IA, pero desde entonces ya cedieron un tercio de esas ganancias.

ÉL DICE

"50 mil mdd por gigavatio sería el costo estimado,

De capital por cada gigavatio de nueva capacidad computacional"

Más allá de la magnitud y la incertidumbre de contratos como este, también existen dudas sobre si están generando nuevas interdependencias y riesgos sistémicos más amplios en el mundo de la IA. La circularidad de la forma en que el dinero se mueve entre empresas en algunas transacciones, por ejemplo, podría inflar el nivel aparente de demanda.

Con una mayor interdependencia, un revés en un importante participante de IA podría repercutir en todo el sector. Y, dependiendo de cómo se financien, los efectos podrían extenderse más allá del mundo de la IA, afectando al sistema financiero en general.

Para los escépticos que cuestionan la capacidad de OpenAI y otras empresas para financiar o construir centros de datos de IA a la enorme escala que prometieron, la reciente oleada de acuerdos pone a prueba su credibilidad. “¿Cómo van a financiarlo todo?”, pregunta Charles Fitzgerald, inversionista en el sector de tecnología. “Tal vez su verdadero valor resida en la ingeniería financiera”.

La empresa detrás de ChatGPT lidera la mayor movilización de capital en la historia corporativa para impulsar la IA, pero la circularidad del dinero y el auge d
OpenAI se mantiene fuerte entre las grandes compañías de inteligencia artificial.

La red circular del dinero

OpenAI no es la única empresa que cerró acuerdos inusuales con proveedores. En gran medida, esto refleja la decisión de algunas de las compañías de tecnología más grandes de utilizar sus sólidos balances y flujo de efectivo para apoyar a nuevas startups de IA que también son sus clientes.

Google y Amazon, por ejemplo, invirtieron miles de millones de dólares en Anthropic, el constructor de modelos de IA, cliente de sus divisiones de computación en la nube. Estos acuerdos son un reflejo de los 13 mil mdd que Microsoft ya invirtió en OpenAI, cliente de la nube y socio comercial más amplio.

Nvidia se encuentra entre las más activas, utilizando su dinero adicional para financiar una nueva generación de empresas de infraestructura de IA que también son sus clientes, como CoreWeave y Lambda Labs.

ÉL DICE

" 36 mil mdd es el valor aproximado de 10 por ciento,

De acciones de AMD que OpenAI podría recibir como incentivo en su acuerdo de compra de chips"

Para algunos, la fuerte dependencia del dinero de los proveedores es una señal de posible inestabilidad. Nvidia se convirtió en “el banco central de la IA, la entidad de crédito de último recurso”, dice Fitzgerald. 

Tomar capital de los proveedores y utilizar el dinero para respaldar nuevos préstamos hace que el auge de la inteligencia artificial dependa de un alto nivel de ingeniería financiera compleja, añade.

La circularidad también dio a lugar a dudas sobre la sostenibilidad de los ingresos. Se asemeja a acuerdos que fueron una característica común de la burbuja de las puntocom de finales de la década de 1990, dice Bill Janeway, expresidente de la firma de inversión Warburg Pincus.

En ese entonces, una compañía de software empresarial podría haber pagado por anunciarse con una nueva empresa de medios en internet, a cambio de que esta comprara su software. Ese acuerdo artificial habría creado la ilusión de una mayor demanda de los servicios de ambas empresas, añade Janeway.

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Las empresas de IA advierten que la demanda de sus servicios supera por mucho la oferta en telecomunicaciones.

En el paralelismo más cercano al auge actual de la infraestructura de IA, empresas de equipos de telecomunicaciones como Lucent y Nortel adelantaron dinero a sus clientes en la década de 1990 para comprar equipos, solo para enfrentarse a pérdidas cuando una ola de quiebras azotó el sector.

Sin embargo, muchos analistas afirman que existen grandes diferencias en el auge actual. Las empresas de IA informan que la demanda de sus servicios supera por mucho la oferta, lo que marca una gran diferencia con la burbuja de las telecomunicaciones de la década de 1990, cuando las startups desarrollaron capacidad para la que no había una necesidad inmediata, dice Tomasz Tunguz, inversionista de capital riesgo de Theory Ventures.

Si bien este tipo de circularidad aún no se convierte en motivo de grave preocupación, pone de relieve la amplia interconexión en el mundo de la IA entre un grupo de empresas que mantienen diversas relaciones superpuestas como inversionistas, clientes o socios, así como una alta concentración de clientes.

ÉL DICE

"300 mil mdd es el valor del compromiso de OpenAI,

Con Oracle para adquirir capacidad de centros de datos durante los próximos cinco años"

Si una compañía como OpenAI se viera obligada a recortar, su impacto se extendería a todo el sector. Una muestra de esta concentración es que cuatro clientes de Nvidia generaron 46 por ciento de las ventas en el trimestre más reciente, mientras que solo tres representaban 56 por ciento de las cuentas por cobrar a finales de julio.

Sin embargo, incluso este nivel de concentración no es algo inusual en el mundo de la tecnología, dice Jim Tierney, gerente de cartera de AllianceBernstein. Tener cinco o seis competidores hace que el mercado de la IA sea altamente competitivo, dice. Si OpenAI redujera su gasto de capital, otras grandes empresas de inteligencia artificial –de las cuales, algunas con balances muy sólidos– podrían verlo como una oportunidad para aumentar sus propias inversiones.

El apalancamiento de la IA

Un motivo de mayor preocupación, según muchos analistas, proviene del creciente endeudamiento que se utiliza para el desarrollo de la IA.

La empresa detrás de ChatGPT lidera la mayor movilización de capital en la historia corporativa para impulsar la IA, pero la circularidad del dinero y el auge d
La inteligencia artificial está obteniendo poca relevancia en el sector de la industria actoral.

Cuando las burbujas tecnológicas estallan, pueden dejar a los inversionistas del mercado de valores con grandes pérdidas sin causar un daño mayor a la economía, dice Janeway, expresidenta de Warburg Pincus. Solo cuando las burbujas se ven alimentadas por grandes cantidades de deuda, es cuando se agravan los riesgos para el sistema financiero.

“No me preocupa la circulación del flujo de efectivo, siempre que no se financie con deuda”, dice Janeway. “La verdadera destrucción económica proviene de las empresas que quiebran y pidieron prestado dinero que no pueden devolver”.

La deuda ya empieza a desempeñar un papel más importante en el desarrollo de la IA. A principios del mes, se informó que xAI, de Elon Musk, busca recaudar 12 mil 500 mdd en deuda como parte de una ronda de capital de 20 mil mdd. El mes pasado, Oracle recurrió al mercado de bonos por 18 mil mdd para financiar sus centros de datos.

Entre las preguntas se encuentra de dónde provendrá el flujo de efectivo para respaldar el mayor nivel de endeudamiento y quién terminará cargando con la responsabilidad si la demanda de IA no crece como se espera. 

Una estructura común para financiar centros de datos implica la creación de vehículos de propósito especial respaldados por grandes cantidades de crédito privado. Acuerdos como estos tienen la ventaja de mantenerse fuera de los balances de las compañías de tecnología involucradas y están aislados de otros proyectos.

él dice

"100 mil mdd es el monto que Nvidia podría inyectar,

En OpenAI en una serie de 10 tramos vinculados a nuevos pedidos de chips"

“No hay mucha visibilidad sobre lo que está ocurriendo”, dice Tunguz, el capitalista de riesgo, sobre acuerdos de crédito privado como estos. Este tipo de préstamo “está apalancado" y está relacionado de forma indirecta con los bancos”, añade Janeway. En caso de que un proyecto de centro de datos no pueda generar el flujo de efectivo necesario para respaldar su carga de deuda, las pérdidas podrían repercutir en el sistema bancario, dice.

Mientras tanto, el director ejecutivo de OpenAI muestra poca preocupación por la magnitud del gasto futuro, a pesar de que los ingresos de su empresa, que ya alcanzaron una tasa anualizada de 13 mil mdd, son insignificantes en comparación con el billón de dólares de inversión que planea.

La recompensa, según declaró Altman, provendría de una tecnología que todavía estaba en fase de diseño. Se basará en modelos de IA que su empresa todavía no desarrolla y que se ejecutarán en futuras generaciones de chips que no comenzarán a distribuirse hasta la segunda mitad del próximo año.

“Nunca he tenido tanta confianza en la hoja de ruta de investigación que está frente a nosotros”, dijo, “ni tampoco en el valor económico que resultará del uso de esos modelos”.

KRC 

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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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