En 2017, como parte del acuerdo en el que reconocía su participación en actividades de crimen organizado, James Peter Sabatino accedió a que se le impusieran fuertes restricciones para evitar que tuviera contacto con alguien que no fuera su abogado o su madrastra.
Ocho años más tarde, según información revelada por el periodista Arturo Ángel, de MILENIO, Sabatino envió una carta a la Corte Federal de Brooklyn para solicitar que se le permita ser "amigo próximo" de nada más y nada menos que Joaquín El Chapo Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa que, como él, purga una condena en la prisión de máxima seguridad ADX Florence.
Pero, ¿quién es este hombre que ha manifestado su interés en convivir con el histórico narcotraficante mexicano? En MILENIO te contamos.
Los primeros pasos de James Sabatino en el crimen
Los registros de la vida criminal de James Sabatino son rastreables, según datos compartidos por el diario Chicago Tribune, es rastreable hasta los años 1990, una década en la que este hombre pasó de la adolescencia a la adultez.
Según el medio estadunidense, en esa época Sabatino estuvo encarcelado en una prisión del Reino Unido, desde la cual llamó a las oficinas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para advertir sobre un supuesto atentado contra el entonces presidente, Bill Clinton.
Aunque el citado medio advierte que Sabatino fue trasladado a Estados Unidos para enfrentar a la justicia por dicho episodio, se desconocen detalles del proceso penal que se inició en su contra por la amenaza.
James Sabatino: un estafador incorregible
Uno de los casos que convirtió a Sabatino en un criminal ampliamente conocido en la Unión Americana se registró durante el verano del año 2013, cuando se hizo pasar por un adinerado hombre de negocios para obtener alojamiento en hoteles de alta gama para sí mismo y un grupo de cómplices.
Según las investigaciones de ese entonces, Sabatino engañó al personal de por lo menos cuatro hoteles de Miami para hospedarse y hacer uso de sus servicios bajo la fachada de un importante empleado de Sony Entertainment. Durante las semanas en las que vivió en dichos complejos, solicitó que todos los gastos se cargaran a la cuenta del corporativo.
Las autoridades estimaron que Sabatino y su pandilla gastaron en total un aproximado de 274 mil dólares en alimentos, bebidas y diversos servicios a las habitaciones. El esquema de fraude fue descubierto luego de que el personal de uno de los hoteles llamó a Sony y constató que Sabatino no trabajaba para dicha empresa.
En septiembre de 2014, Sabatino fue condenado a cinco años de cárcel por dicho esquema. Sin embargo, su estancia en prisión no evitó que siguiera delinquiendo.
Entre 2015 y 2017, mientras estaba recluido en el Centro de Detención Federal de Miami, Sabatino echó a andar una nueva red delictiva para cometer lucrativos fraudes. Según expedientes del Departamento de Justicia, consiguió persuadir a dos oficiales penitenciarios para que le dieran acceso a cinco teléfonos celulares.
Con estos dispositivos en sus manos, Sabatino contactó a múltiples empresas de ropa y joyería —haciéndose pasar por un ejecutivo de la industria del entretenimiento— para pedir que le enviaran mercancía a distintas ubicaciones en la zona sur de Florida.
"Sabatino aseguraba que los artículos aparecerían en videos musicales y materiales promocionales que se estaban filmando y produciendo en Miami", establecen los documentos judiciales. De esta manera, logró que distintas marcas enviaran bolsas de mano, relojes, ropa y joyas que, en su conjunto, valían cerca de 10 millones de dólares.
Desde prisión, Sabatino encargó a sus víctimas que mandaran los productos a domicilios en donde operaban varios de sus cómplices. Una vez obtenida la mercancía, sus socios vendían la mercancía y enviaban parte de las ganancias a la cuenta que Sabatino, como parte de sus derechos dentro del sistema penitenciario, mantiene tras las rejas.
Investigaciones difundidas por el Chicago Tribune señalan que otro porcentaje de las ganancias era destinado a las operaciones de la familia Gambino, una de las principales mafias de Nueva York con la que Sabatino estaba asociado.
James Sabatino y su aislamiento en prisión
En noviembre de 2017, a la edad de 41, James Sabatino fue condenado a 20 años de prisión por haber liderado el entramado de fraude y venta de mercancía robada.
Antes de recibir su sentencia, este hombre aceptó la imposición de medidas para evitar su convivencia con otras personas durante su estadía en prisión. El acuerdo con las autoridades estableció que su comunicación estaría limitada a su abogado y su madrastra, Carol Fardette.
Actualmente, Sabatino está recluido en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, misma en la que El Chapo Guzmán purga su cadena perpetua.
El pasado mes de octubre, CBS News dio a conocer que Sabatino tenía intenciones de comunicarse vía escrita con Alice Johnson, zarina del perdón de la administración de Donald Trump, pero estaba imposibilitado para hacerlo. Su abogado, Israel Encinosa, describió a Sabatino como el recluso con mayores restricciones en Estados Unidos.
La reciente solicitud de Sabatino para ser reconocido como "amigo próximo" de Guzmán Loera responde, según su escrito, a razones humanitarias, ya que el aislamiento extremo estaría deteriorando la salud del capo mexicano.
Hoy día, según la información recabada por Arturo Ángel, Sabatino funge en la prisión como traductor de El Chapo Guzmán. A través de su carta, pidió que las autoridades garanticen una comunicación más sencilla entre ambos en la zona de recreo para formalizar lo que ya ocurre, mediante gritos, de una celda a otra.
En el sistema penal estadunidense, la figura de un "amigo próximo" reconoce a personas que, por alguna barrera de lenguaje, edad o capacidad cognitiva, enfrentan dificultades para litigar o comunicarse adecuadamente por cuenta propia y requieren a un tercero que las represente.
BM.