El capo mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, condenado pasar el resto de su vida en la cárcel de super máxima seguridad ADX Florence en Colorado, tras haber sido encontrado culpable de múltiples cargos de narcotráfico y crimen organizado, busca que se le autorice tener como “amigo” dentro de la prisión a uno de los estafadores más famosos de los Estados Unidos.
Lo anterior, con el objetivo no solo de tener alguien con quien convivir directamente en el área de recreo de dicho complejo penitenciario, sino también para contar con alguien que le ayude a llevar a cabo aspectos de su defensa y la comunicación con las autoridades.
No se trata de una petición en sentido figurado. El sistema penal estadunidense reconoce la figura de apoyo conocido “amigo próximo”, que aplica a personas que por alguna barrera de lenguaje, de edad o de capacidad cognitiva o similar, no puede litigar ni comunicar adecuadamente su propio caso o peticiones, por lo que necesitan que alguien lo haga en su representación.
La petición formal de reconocimiento de amigo próximo fue recibida el 13 de noviembre en la Corte Federal de Brooklyn, a través de una carta firmada por James Peter Sabatino, condenado a prisión de por vida por ser responsable de algunos de los fraudes más famosos registrados en las últimas décadas en este país.
En dicha misiva, Sabatino pide a nombre suyo y el de El Chapo que se les reconozca a ambos el estatus de “amigo próximos”, y se les autorice tener la convivencia bajo la alta probabilidad de que ninguno volverá a recobrar su libertad.
Hasta ahora, ni la corte de Nueva York, ni la corte federal de Florida donde se encuentra radicado el caso de Sabatino, se han pronunciado al respecto.
Solicitud y aislamiento
En la petición escrita a mano, Sabatino explica que él y El Chapo Guzmán están recluidos en ADX Florence, en una sección especial de máxima seguridad llamada “The Suites”, con solo cuatro celdas; en la práctica, solo Sabatino y Guzmán ocupan esa ala. Indica que desde la llegada de Guzmán a ADX en 2019 han convivido y han pasado años de aislamiento extremo.
A través de gritos de una celda a otra, porque no se les permite hablar de frente o juntarse en el recreo, Sabatino dice que ha compartido con El Chapo experiencias muy duras (muertes de familiares, aislamiento, restricciones) y que se ha generado un lazo cercano y de confianza.
Sabatino, quien habla varios idiomas, entre ellos español, funge como traductor de Guzmán, quien no habla inglés, situación que se agrava porque no hay prácticamente ninguna autoridad en ADX Florence que hable dicho idioma.
Ni el capo mexicano ni el estafador estadunidense tienen permitida la comunicación o convivencia con algún otro interno de este centro penitenciario.
Guzmán en específico vive casi totalmente aislado, con restricciones comunicativas extremas (SAMs por sus siglas en ingles) que limitan sus llamadas, cartas y visitas a sus abogados y a un círculo muy reducido de familiares.
En ese contexto, lo que Sabatino pide a nombre de El Chapo es que se le reconozca como “amigo próximo”. Las razones, en primera instancia, son humanitarias toda vez que, debido al extremo aislamiento, el capo mexicano padece cuadros depresivos y una salud mental en deterioro.
Para ello, se pide que se normalice lo que ya ocurre a diario, pero a través de gritos de celda a celda. Es decir, que se les garantice una comunicación más sencilla en la zona de recreo, aun estando cada uno en una “jaula” separada.
Sumado a ello, que se garantice la convivencia para que Sabatino pueda comunicarse en representación suya con autoridades, con los fiscales y con la corte.
Se trata, según la misiva de Sabatino, de una petición que plantea una mímica situación de humanidad sin que haya, a su juicio mayor riesgo criminal.
Estafador serial
James Peter Sabatino se encuentra preso junto a El Chapo en el área de mayor aislamiento de ADX Florence, donde cumple una sentencia de prisión de por vida por cargos de fraude y delincuencia organizada, actividades delictivas que habría llevado a cabo para la llamada “familia Gambino”, ligada a la mafia italiana.
Los cargos imputados a Sabatino eran graves, pero sin llegar a ser violentos o generar en hechos de sangre. Por ello, en primera instancia, se le confinó al sistema carcelario federal regular, el cual, sin embargo, resultó insuficiente para frenar su actividad criminal.
Antes de ser detenido, el estafador ya era famoso por sus fraudes de alto impacto. Por ejemplo, durante años simuló ser un alto ejecutivo de Sony Music o Universal. Bajo esa fachada, se alojó en hoteles de cinco estrellas en Miami y Nueva York, comiendo y bebiendo gratis, alegando que su "empresa" cubriría la cuenta.
En una de sus estafas más famosas, convenció a empresas tecnológicas de enviarle cientos de teléfonos y equipos electrónicos destinados a "videos musicales" que nunca existieron, para luego venderlos.
Aunque luego fue capturado, la actividad criminal de Sabatino no acabó. Utilizando teléfonos celulares ingresados de contrabando al penal de Florida, Sabatino contactó a casas de joyería de lujo (como Van Cleef & Arpels y Jimmy Choo), haciéndose pasar, otra vez, por un ejecutivo de Sony.
Convenció a estas marcas de enviar joyas, relojes y bolsos valorados en más de 10 millones de dólares para ser usados supuestamente en un video musical de Jennifer López o Justin Timberlake.
Por supuesto, todo era falso. Las joyas eran recogidas por cómplices y vendidas en casas de empeño. Sabatino dirigió todo esto desde su celda.
Ante la imposibilidad de contener su carrera criminal, el FBI y el Departamento de Justicia acordaron trasladar a James Peter Sabatino a la cárcel de ADX Florence, y someterlo al régimen de incomunicación más extremo. Hasta ahora, dicho aislamiento ha funcionado, pues el criminal no ha podido llevar a cabo otra estafa.
EHR