Mientras el caso de uno de sus descendientes continúa en la Corte del Distrito Norte de Illinois y las autoridades estadunidenses buscan la captura de otros dos, Joaquín 'El Chapo' Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa, se encuentra a poco más de tres meses de cumplir 10 años de su última y tercera detención.
Fue el 8 de enero de 2016 cuando elementos de la Secretaría de Marina (Semar) concretaron la detención del ahora otrora narcotraficante en Los Mochis, Sinaloa. La acción fue resultado de una investigación conjunta entre autoridades mexicanas y estadunidenses, tras su polémica fuga del penal de 'El Altiplano' en 2015.

Su captura representó un golpe importante para el Cártel de Sinaloa y marcó el inicio del proceso de extradición a Estados Unidos, que finalmente se concretó en 2017.
Para 'El Chapo', ese fue el fin de una vida de lujos y de la posibilidad de libertad, así como el comienzo del deterioro de su salud, según declaró.
De ansiedad a hipertensión: las afecciones de 'El Chapo'
En días recientes, el periodista Ángel Hernández compartió a través de MILENIO parte de una serie de cartas escritas por Guzmán Loera en años anteriores, en las que se quejó de las Medidas Administrativas Especiales (SAM, por sus siglas en inglés) que le fueron impuestas a su ingreso a la prisión federal de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado.
En ellas se exponen distintas problemáticas a las que el otrora narcotraficante se ha enfrentado desde su sentencia a cadena perpetua, incluyendo complicaciones en su estado de salud. Pero, ¿qué se sabe con exactitud sobre ello?
Acorde con reportes de la agencia AP, la salud de Guzmán Loera empeoró significativamente desde su última captura, según denunció en su momento su esposa, Emma Coronel Aispuro.

En febrero de 2016, poco después de haber sido recapturado, la también madre de sus dos últimas hijas declaró que 'El Chapo' tenía problemas de nerviosismo y ansiedad porque no podía dormir en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, 'El Altiplano'.
Esto a raíz de que, cada determinado número de horas, los encargados de la prisión realizaban una revisión de seguridad. Meses después, el abogado José Refugio Rodríguez replicó la misma versión de Coronel ante The Washington Post.
Según se dio a conocer, como parte de las medidas de seguridad al interior de 'El Altiplano', las luces de su celda permanecían encendidas las 24 horas del día.
"Si Guzmán, adormilado, cubre accidentalmente su rostro o cruza los brazos, los guardias lo despiertan, según su abogado principal, José Refugio Rodríguez", se reportó en aquel entonces.
Pero las condiciones empeoraron para 'El Chapo' una vez fue extraditado a Estados Unidos.
Problemas de sueño y aislamiento extremo: así vive cada día 'El Chapo' Guzmán
En marzo de 2017, sus abogados señalaron que la salud de 'El Chapo' —acusado en Estados Unidos de 17 delitos graves— se estaba deteriorando con rapidez, esto a raíz de que a su llegada al país de las barras y estrellas fue recluido en una celda sin ventanas ni calefacción, lugar en el que pasaba 23 horas al día.
Según se dio a conocer en dicho año, Guzmán Loera refería escuchar música y voces fuera de su celda, por lo que se señalaba un problema de alucinaciones auditivas. Las condiciones empeoraron tras su ingreso a ADX Florence.
En 2022, 'El Chapo' aseguró padecer dolores de cabeza constantes, pérdida de memoria, calambres musculares, estrés y depresión.
▶️ Al borde de la locura 'El Chapo' Guzmán: Una serie de cartas obtenidas revelan cómo el narco mexicano se encuentra al borde del colapso debido a su encierro en la prisión de Colorado; pide que le modifiquen las condiciones en que lo tienen
— Milenio (@Milenio) October 3, 2025
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A ello se sumó comentarios sobre la constante "aceleración de su corazón", a raíz de las medidas estrictas de seguridad que se le impusieron, como la ventilación caliente de su celda. Esa también era la razón de trastornos de sueños, según se expuso en distintas cartas.
Por otra parte, destaca que entre las quejas sobre su estado de salud, el periodista Ángel Hernández destacó una en particular:
"Estoy por tener un infarto (...). El dispositivo que han instalado para torturarme libera un gas (...). Como resultado de ese gas, siempre me da dolor de cabeza y mi presión sanguínea aumenta demasiado”.
RMV.