"Dulce, amable y llena de vida" es una de las múltiples descripciones con las que algunos de sus conocidos se refieren a Diana Jael Cuervo Santos, una joven estudiante que murió durante las inundaciones que azotaron a diversos municipios de Veracruz en días pasados.
A través de sus redes sociales, la Universidad Veracruzana confirmó el fallecimiento de Diana Jael durante la tarde del 10 de octubre. No obstante, el mensaje con el que la institución externó sus condolencias desató una profunda indignación entre otros miembros de la comunidad estudiantil, quienes acusaron una aparente negligencia por parte de las autoridades educativas.
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Diana Jael y su sueño truncado de ser psicóloga
De los 55 municipios de Veracruz que registraron afectaciones debido a las fuertes lluvias e inundaciones de días pasados, Poza Rica fue uno de los que más resintió la tragedia. Ahí, a casi 100 kilómetros de su natal Tamiahua, se encontraba Diana Jael.
La joven optó por salir del municipio que la vio nacer para estudiar la licenciatura en Psicología en la región Poza Rica–Tuxpan. Al momento de su muerte, cursaba el quinto semestre de la carrera.
Información compartida por algunos de sus compañeros a través de redes sociales señala que, para facilitar su experiencia como estudiante, su familia le ayudó a conseguir alojamiento en una pensión cercana a la escuela.

El inmueble en cuestión se ubica en la colonia Morelos, una de las más golpeadas por las torrenciales lluvias y el desbordamiento del río Cazones registrado entre la noche del 9 de octubre y la madrugada del día siguiente.
Los reportes disponibles señalan que, mientras el nivel del agua aumentaba, Diana no pudo salir de la pensión debido a que estaba cerrada con llave y la joven no contaba con una copia que le permitiera abrirla.
Señalan irresponsabilidad de autoridades educativas
Poco antes de las dos de la tarde del 10 de octubre, en redes sociales comenzó a circular la fotografía de la estudiante, acompañada de un texto con el que se solicitaba ayuda para localizarla. "No se sabe nada de ella y sus padres están preocupados", podía leerse en el mensaje con el que también se denunciaba la desaparición de Carlos Eduardo Baltazar Ramírez.
Horas más tarde, la Universidad Veracruzana confirmó la muerte de su estudiante. Carlos, alumno de Ingeniería Mecatrónica en el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica, también falleció.
Un vecino de la zona manifestó, a través de Facebook, haber sido testigo del momento en que los padres de Diana llegaron a la pensión para buscarla. "La encontraron sin vida al interior, justo en frente de donde llegué a rescatar a mis hijos, también estudiantes. Fue desgarrador", señaló al responder el comunicado de la Universidad.
Las amistades y personas cercanas a Diana Jael Cuervo la recuerdan como una joven "sumamente dulce", siempre dispuesta a brindar su apoyo e interesada en participar en eventos "para alegrar a los demás".
Al confirmarse su muerte, decenas de estudiantes y habitantes del estado criticaron a la institución educativa por la aparente demora en la decisión de suspender sus actividades académicas ante la contingencia meteorológica.
"Mi hijo me llamó a las 6:30 am para avisarme que ya estaba en la azotea del segundo piso y se tuvo que quedar porque tenía que presentarse a la escuela [...] Fue irresponsable la escuela que a sabiendas de que el plantel se encuentra en zona de alto riesgo haya dado aviso de último minuto cuando tienen alumnos foráneos, ¿a dónde se van a ir a media noche si no tienen familia?", agregó el vecino que estuvo en el lugar donde localizaron a Diana.
La mañana del 8 de octubre, la Secretaría de Protección Civil de Veracruz emitió una alerta gris por el "incremento significativo del potencial de lluvias y tormentas en el estado", derivado del disturbio tropical 90E.
Aquel día, se advirtió que había una probabilidad alta de inundaciones, crecida de ríos, deslaves, deslizamientos de tierra, caídas de árboles y oleaje elevado.
Ante tal aviso, algunas madres y padres de familia solicitaron que se avisara de manera oportuna si las clases en la región se mantendrían, "para evitar riesgos de traslado de nuestros hijos".
Mediante diversos comentarios en plataformas digitales, miembros de la comunidad estudiantil señalaron que, en el caso de la Universidad Veracruzana, los avisos de suspensión de clases suelen darse a altas horas de la noche, lo que en ocasiones limita el margen de actuación de las y los alumnos originarios de otras comunidades.
BM.