La reconversión de cultivos en la Región Lagunera representa uno de los planteamientos o estrategias para obtener una mayor rentabilidad económica, pero principalmente un mejor uso y conservación del agua y el suelo que permita hacer frente a la crisis hídrica.
José Antonio Cueto Wong, director del centro de Investigación Regional Norte Centro del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) destaca que antes de pensar en la reconversión de cultivos en la Región Lagunera, primero es necesario una concientización sobre la problemática que afecta a todos los sectores y habitantes, por lo que se debe establecer acuerdos en base a la cantidad de agua que se tiene disponible.
La dirección regional del Centro Norte del INIFAP abarca los estados de Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguascalientes y La Comarca Lagunera de Coahuila y Durango en donde desarrollan investigaciones en tres áreas principales: agrícola, pecuaria y forestal, enfocadas en generar tecnologías para mejorar la producción, la competitividad y la sostenibilidad de estos sectores en el país. En la región lagunera en específico, el tema del agua es fundamental.
Cueto Wong recordó que hace 40 o 45 años, el cultivo principal en la Región, tanto de Coahuila como Durango, era el algodón. En ese momento se sembraban entre 60 a 70 mil hectáreas de algodón, además de una superficie considerable de vid.
Poco a poco fue cambiando debido al crecimiento de la población bovina, y los productores consideraron que era mejor sustituir el algodón y la vid por el forraje, para tener el alimento de manera local.

En la actualidad, en la Comarca Lagunera el padrón de cultivos lo dominan los forrajes como: maíz, sorgo, avena, triticales, zacate ballico y la alfalfa, lo que representan el 75 y 80 por ciento de toda la superficie que se irriga.
Cabe destacar que de la superficie que se cultiva en la Laguna, aproximadamente un 50 por ciento se riega con agua de la presa y la otra mitad con agua de pozo profundo.
“Se fue transformando en una región forrajera, para alimentar a una población cada vez más creciente de vacas lecheras y de ganado bovino lechero. Entonces en la Comarca Lagunera ya se vivió una reconversión agrícola, de algodonero y de vida forrajes”.
El crecimiento y consolidación de la industria lechera regional, impide considerar una reconversión de cultivos a corto plazo, pues aunque el INIFAP ha llevado a cabo estudios sobre las mejores alternativas para sustituir los forrajes que utilizan mayor cantidad de agua, especialmente en el caso de la alfalfa, no lo han encontrado, pues la proteína que contiene, es lo que permite generar vacas de alto rendimiento, que pueden producir hasta 40 litros diarios de leche lo que permite abastecer a una industria y aportar a este país el alimento lácteo.

“Hay algunas cosas que tenemos que entender en este tema, la leche es un producto prioritario en México, somos deficitarios en leche, en pocas palabras importamos leche, entonces eso no tiene vuelta de hoja, entonces si dejamos de producir algodón, para producir forraje, en primera instancia no está mal”.
Para José Antonio Cueto, la producción de forrajes, en específico de la alfalfa, no está mal. El problema es la cantidad de hectáreas que se destinan para el cultivo de forrajes para sostener la gran cantidad de cabezas de ganado que se tienen en producción en una región semidesértica.
Pese a tener la información sobre la cantidad de agua que se tiene en las presas para el riego por gravedad, e inclusive estimaciones de las norias de pozos profundos, ha ido creciendo la población de bovino de leche, así como también la superficie de forraje.
“Entonces aquí el primer ajuste que se debería de hacer antes de pensar en cambiar de cultivos, sería el ajuste de la superficie de forrajes y la cantidad de vacas que se puedan sostener con el agua que tiene”.
Antes de la reconversión, también está la tecnificación para la eficiencia del agua
En caso de continuar con el mismo planteamiento de reconversión de cultivos por otros menos demandantes del vital líquido, el director del centro de Investigación Regional Norte Centro mencionó que existen otras alternativas para disminuir el consumo en los cultivos, como la tecnificación de los sistemas de riego, lo cual a lo largo de 40 años ha permitido aplicar menos cantidad por hectárea.

La tecnología para un riego más eficiente ha ido avanzando con importantes resultados, entraron las tuberías para conducir el agua y dejó de infiltrarse en los canales de tierra, se creó el riego multicompuertas, cisternas de riego presurizado, y luego el goteo, este último con un incremento en su eficiencia de entre 20 a un 25 por ciento con respecto al que riega por inundación, produciendo igual o más.
“Entonces todavía hay margen sin cambiar de cultivos, para incrementar la eficiencia en el uso del agua, pero eso tiene un límite también”.
El problema, en este sentido, es que muchos productores, al incorporar tecnología para la optimización del riego, en lugar de ahorrar el agua, lo que hacen es incrementar la superficie de cultivo, lo cual el resultado es el mismo.
Es decir, si esa agua viene del pozo, siguen utilizando la misma cantidad, pero ahora riegan un poco más. “Ese no es el punto, el punto es que tenemos que ponerle límite, tenemos a la superficie que se riega, y entonces decir bueno, al aumentar la eficiencia se puede regar la misma superficie o incluso un poco menos, pero con menos agua”.

Otro de los puntos que señala es que en ciudades del desierto de Estados Unidos como Arizona o Nuevo México, las familias acostumbran tener plantas del desierto, mientras que en La Laguna, los ciudadanos se aferran a tener plantas tropicales, que no son del clima de la región, por lo cual al no contar con agua de lluvia se tienen que estar regando.
“Se requiere de una mayor conciencia de toda la población. Otra vez la agricultura es el principal usuario, pero también la industria, los servicios, el consumo urbano, entonces creo que se requiere de un cambio de conciencia. Además de tener una buena medición de cuánto es el agua que realmente se está recargando”.
Principales cultivos para una reconversión
En el centro de Investigación Regional Norte Centro del INIFAP, se han hecho estudios de diferentes cultivos para sustituirlos por los actuales forrajes que utilizan una gran cantidad de agua, como el nopal, pero se han percatado que este no cuenta con los valores proteicos de la alfalfa, incluso está por debajo de una tortilla.
Es decir, aunque con el agua que se requiere para una hectárea de alfalfa, se podrían sembrar entre 6 y 8 de nopales, muchos preferirían el primero, porque tendría más calidad de alimento para el ganado, aunque sea menor la cantidad.
“La otra cosa es que si una hectárea de alfalfa consume 16 mil metros cúbicos por hectárea, y yo digo, no, pues con eso puedo sembrar 10 hectáreas de nopal, entonces si yo cambio una hectárea de alfalfa, por 10 hectáreas de nopal, qué pasa en términos netos con el agua, pues que es lo mismo. No, el chiste sería reducir la cantidad de alfalfa o reducir la cantidad de nopal para extraer menos agua.

El INIFAP ha desarrollado diferentes investigaciones de productos agrícolas que podrían funcionar bien como forrajes para la alimentación del ganado en La Laguna, como son; garbanzos, triticales, canola, soya, entre ocho a diez cultivos diferentes. Pero todos requieren agua, y todos tienen una cierta producción y una cierta calidad.
“Entonces digo, este cultivo podría sustituir a la alfalfa, pero necesitas sembrar dos hectáreas por uno de este, entonces sería lo mismo”.
Cueto Wong hizo un llamado a la conciencia de políticos y de agricultores porque todos contribuyen a la escasez de agua de alguna manera y aunque el sector agropecuario ocupa el 75 o 77 por ciento del agua dulce a nivel planeta, no es una cuestión solo de la Comarca Lagunera, sino que es a nivel mundial.
“Necesitamos generar conciencia y aplicar esa conciencia en acciones, y decir como investigadores cómo puedo producir lo mismo con menos agua, y esa agua ya no sacarla, dejarla ahí. Eso sería el gran paso, igual en las casas, en la industria y luego meterle a las plantas de tratamiento de agua”.
“Es necesario y urgente buscar alternativas que permitan eficientar más el agua”
Joel Delgadillo Delgadillo, subsecretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) Región Laguna de Durango, señaló que es necesario y urgente buscar alternativas que permitan eficientar el agua, principalmente del río, para el sostén de la agricultura en la región.

En la actualidad, cada vez hay menos condiciones para seguir manteniendo cultivos como la alfalfa, y se está buscando alternativas que requieran menor cantidad de agua, como el sorgo forrajero o el maíz forrajero; sin embargo, no es suficiente.
De igual forma, con el INIFAP se analizan otras especies de forraje que utilicen menos cantidad de agua, pero aún no con el éxito esperado, pues tanto la alfalfa como el sorgo, además de ser una tradición, son los productos que más satisfacen las necesidades de los productores agropecuarios.
Por lo que comentó que la reconversión de cultivos en la Región Lagunera por alimentos de primera necesidad, es complicado, sin embargo, se da en algunos municipios como en Lerdo en la zona de Villa Juárez, en San Jacinto así como en León Guzmán, y Monterreycillo, en donde se cultivan hortalizas, sin embargo ellos lo hacen en forma comercial y se produce principalmente para el consumo regional.
Cabe destacar que en esta zona es donde tienen un poco más agua, pues recordó que las hortalizas requieren durante todo el año el recurso hídrico, mientras que el ciclo para los cultivos de forrajes, corresponden a tres meses. “Ellos allá tienen un estiaje que les permite llevar a cabo ese tipo de actividades, sin embargo, hay algunas alternativas que se pudieran establecer”
Como una de las alternativas para la producción de otro tipo de productos agrícolas, son los huertos familiares, y en ese sentido la SAGDR e implementó un programa. Tanto en Gómez Palacio como en Simón Bolívar, con apoyo externo, particulares, se lograron establecer algunos de estos huertos.

En el caso de Gómez Palacio fueron 150, mientras que en lo que corresponde a Simón Bolívar, alrededor de 80 huertos, en donde han visto cómo la gente responde, sobre todo en estos momentos, cuando el costo de algunos productos sube cada vez más.
“Ahorita, se están llevando a cabo algunas reuniones en coordinación con el municipio, para que con algunos recursos municipales se pueda establecer una mayor cantidad aquí en Gómez Palacio”.
Esto significa que, aparte de producir alimentos de mejor calidad, porque son alimentos orgánicos sin la aplicación de químicos y brindarles la oportunidad de una alimentación más sana, se fomenta una mayor convivencia con las familias.
Explicó que un pequeño huerto no requiere tanto espacio, y lo principal, no requiere tanta agua como a veces se piensa, pues prácticamente se utiliza un sistema de riego básicamente rústico.
“Nosotros les decimos, rieguen con una tina y un bote para que ahorren agua, no desperdicien el agua que no se tiene. Entonces vemos que sí se puede producir en un área de tres por cuatro y es suficiente para tener este alimento durante tres a cuatro meses”.
La reconversión de cultivos, con la finalidad de disminuir el uso del agua en la Región Lagunera, se ha estado analizando, y aunque hay avances con el INIFAP y con algunas empresas privadas que están tratando de proveer algunos pastos en donde se han visto buenos resultados, también Joel Delgadillo hizo extensiva la invitación a las universidades de la Región Lagunera para que se sumen al esfuerzo y entre todos obtener alternativas viables.
Recordó que la SAGDR impulsa la creación del Consejo Regional con las Dependencias del sector con la finalidad de realizar un trabajo coordinado. En esta agrupación participan las instituciones educativas, de investigación y las dependencias tanto del gobierno federal como estatales.
¿Cuánto recurso hídrico se gasta para el riego de forraje y alfalfa?
José Antonio Cueto Wong director del centro de Investigación Regional Norte Centro del INIFAP informó que, con relación a los estudios realizados sobre la tecnificación del riego enfocados en el ahorro de agua, destacó que el riego por goteo actualmente continúa siendo el de mayor eficiencia.

Por ejemplo el maíz forrajero, que es el cultivo de primavera-verano que más se siembra, aproximadamente 40 mil hectáreas por año, se puede demandar en riego por superficie o por gravedad, entre 8 mil a 8 mil 500 metros cúbicos por hectáreas, pero ese volumen se podría reducir en un 25 por ciento a través del sistema de riego por goteo sin sacrificar rendimiento, así como tampoco calidad.
“Se podría producir lo mismo con 6 mil 500 metros cúbicos por hectárea con el sistema de riego por goteo, es decir, lo mismo o inclusive un poco más porque no se desperdicia nada, lo cual representa 1,500 metros cúbicos por hectárea. Entonces, en 40 mil hectáreas, es un ahorro considerable, sin reducir el rendimiento”.
En el caso de la alfalfa, a través del riego por goteo o aspersión se pueden requerir entre 8 mil y 10 mil metros cúbicos por hectárea al año, mientras que el riego por superficie se puede destinar más de 10 mil metros cúbicos por hectárea.
“Hay gente que sataniza a la alfalfa, pues el problema inicial no es el cultivo, sino la superficie del cultivo”, expresó.
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