La ofrenda de Día de Muertos es uno de los rituales más profundos y coloridos de México, tanto que hasta fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Más que una simple decoración, el altar es un acto de bienvenida, donde las familias dialogan con el recuerdo de sus seres queridos fallecidos, a quienes se espera de regreso por una noche. ¿Sabes cuándo hay que ponerla? En MILENIO te contamos.
¿Por qué es importante la ofrenda de Día de Muertos?
Cabe destacar que, este ritual sincretiza la tradición prehispánica con la fe católica, creando un camino de elementos sensoriales para guiar y alimentar a las almas en su visita.
Por ello, hay que entender que la ofrenda es un altar doméstico o en panteones que se monta para honrar a los difuntos. Se cree que, durante la celebración del Día de Muertos, las almas de los seres queridos regresan del Mictlán (inframundo) para convivir con sus familiares.
Por ello es que este importante altar se convierte en el banquete y el refugio que mitiga su sed y cansancio después del largo viaje.
¿Cuáles son los elementos esenciales de la ofrenda?
Cada componente tiene un significado profundo para guiar y purificar el alma:
- Flor de cempasúchil: su color amarillo y su aroma intenso forman un camino desde la puerta hasta el altar, sirviendo de guía visual para las almas.
- Velas y veladoras: simbolizan la luz, la fe y la esperanza. La flama es la guía para que las almas encuentren el camino de regreso. Cuatro velas en cruz representan los puntos cardinales.
- Copal e incienso: se utilizan para purificar el lugar, alejando los malos espíritus para que el alma pueda entrar sin peligro.
- Agua y sal: el agua mitiga la sed del espíritu después de su viaje. La sal es un elemento de purificación para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de vuelta.
- Pan de muerto: representa la fraternidad y, en algunas versiones, los huesos del difunto. Es uno de los manjares más esperados.
- Comida y bebidas: se colocan los platillos y las bebidas favoritas del difunto, permitiéndole "saborearlos" con el aroma.
- Calaveritas de azúcar: representan a la muerte siempre presente y, a menudo, llevan el nombre del difunto.
- Papel picado: simboliza el elemento del aire y la alegría de la fiesta.
- Fotografía: es la representación del alma a la que se dedica el altar, y el punto central del homenaje.
¿Cuándo es el día oficial para poner la ofrenda?
Aunque la celebración principal es el 1 y 2 de noviembre, la tradición indica que el montaje del altar y la llegada de las almas se extiende a lo largo de varios días de octubre, dependiendo de la forma en que falleció la persona.
La mayoría de las familias en México comienzan a montar su ofrenda entre el 27 y el 31 de octubre, para recibir a las distintas ánimas según este calendario tradicional:
- 27 de octubre: mascotas fallecidas
- 28 de octubre: personas que murieron de forma trágica o violenta.
- 30 de octubre: almas solitarias o que no tienen familiares que las recuerden.
- 31 de octubre: niños que murieron sin ser bautizados.
- 1 de noviembre: Día de Todos los Santos. Es la llegada de las almas de los niños (los "angelitos").
- 2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos. Es la llegada de las almas de los adultos.
¿Cuándo se debe quitar?
Ahora que sabes que la ofrenda se coloca a partir del 27 de octubre para muchas personas, mientras que para otra es desde el 31, la pregunta que muchos se hacen es cuándo hay que quitarla. Para eso también hay una fecha especial.
Tradicionalmente, este altar se retira el 3 de noviembre, después de que las almas han regresado a su morada y, sobre los alimentos, puedes comerlos, solo asegúrate que aún tengan un buen sabor.
MBL