Es noche de fiesta, noche de fe, de devoción y de dar gracias por los favores recibidos a San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles que acompañaron a Jesús aquel día de la última cena.
 
	En el calendario católico, cada 28 de octubre se celebra al patrón de las causas perdidas y los casos desesperados.
Familias se dan cita para celebrar a San Judas Tadeo
Familias completas caminan entre los puestos de vendimia sobre la calle Francisco Díaz Covarrubias, de la colonia Cascajal, se dirigen a la parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, ubicada a 500 metros del centro de Tampico. Huele a tacos, tortas, elotes, tamales y pozole, a antojitos mexicanos que son parte de la gastronomía popular.
"Es uno de los santos que es muy querido por el pueblo, muy popular para los casos imposibles. Hay muchos testimonios de los milagros que ha hecho", dice doña Juana Ramírez, quien carga una veladora y una imagen del Santo.
 
	Entre girasoles, claveles y margaritas blancas
Las campanas suenan desde lo alto de la parroquia, es el llamado que el sacerdote Juan Maya hace a los feligreses para que acudan a la Santa Misa. Poco a poco gente llega al templo donde una imagen de gran tamaño luce entre girasoles, claveles y margaritas blancas.
La misa comienza, en la parroquia ya no cabe nadie, son muchos los devotos que han llegado a la casa de Dios. Tras la bendición final, llega un grupo de banda con tuba, tambor y trompetas entonando las mañanitas mientras la gente aplaude y graba el momento con sus celulares.
 
	"Vengo aquí a pagar una manda"
"Viva San Judas Tadeo... Vivaaa", se escucha dentro de la parroquia. Mientras la banda sigue tocando, aparece don Antonio Ávila, viste un atuendo similar al que porta San Judas Tadeo en la imagen, ora y da gracias.
"Vengo aquí a pagar una manda porque San Judas me ha hecho un milagro, le pedí que me ayudara para que mi pie sanara y me sanó; estuve enfermo de una varicosis y gracias a él y a Dios se me han quitado los dolores".
 
	La banda ha dejado de tocar y se retira para seguir amenizando en un entarimado sobre la misma calle Francisco Díaz Covarrubias, mientras que el padre Juan Maya rocía agua bendita a las imágenes y Rosario que la gente lleva por fe.
 
	JETL
 
	 
	 
	