Cada segundo jueves de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Usabilidad, una fecha que desde 2005 impulsa la importancia de diseñar productos, servicios y tecnologías fáciles de usar y accesibles para todos.
Esta iniciativa, surgida de la Asociación de Profesionales de la Usabilidad, busca no solo celebrar los avances en este campo, sino también educar y sensibilizar sobre cómo la usabilidad impacta profundamente en nuestra vida diaria.
¿De qué se trata?
La usabilidad se refiere a la facilidad con la que una persona puede usar una herramienta, sistema o dispositivo para lograr un objetivo específico de manera efectiva, eficiente y satisfactoria; es decir, en esencia, un producto usable es aquel que no se convierte en una barrera, sino en un facilitador que genera bienestar y confianza en quien lo emplea.
A lo largo de más de 43 países, esta fecha es celebrada con eventos, talleres, conferencias y actividades que promueven el diseño centrado en el usuario y se fomenta la creación de tecnologías que sean tan sencillas como abrir una puerta, haciendo que la innovación sirva primero a las personas y no al revés.
El Día Mundial de la Usabilidad destaca además la necesidad de humanizar la tecnología pensando en la accesibilidad, especialmente para sectores vulnerables como personas mayores, personas con discapacidad y usuarios menos familiarizados con las herramientas digitales.
Cada año la comunidad global de usabilidad concentra sus esfuerzos en un lema temático que guía el debate y las acciones a seguir para mejorar la experiencia del usuario y ampliar inclusión.