Cuando Richard Nixon dijo que para el año 2000 Estados Unidos tendría mil reactores nucleares, las luces de alerta en la comunidad antinuclear se encendieron.
El entonces presidente estaba molesto por un embargo de petróleo árabe en 1973 que disparó los precios del combustible a nivel mundial, así que propuso un plan de independencia energética.
Pero los movimientos antinucleares de California no nacieron con esta declaración. A finales de los años 50, la empresa Pacific Gas and Electric Company intentó construir la primera planta de energía nuclear en Bodega Bay. Al final la compañía abandonó sus planes.
Manifestantes bloquearon una carretera para exigir el cierre de Diablo Canyon en 1981. Foto: Steve Stallone. Licencia Creative Commons 3.0
Sin embargo, las discusiones antinucleares se volvieron recurrentes entre los años 70 y 80 con la apertura de varias plantas a lo largo del estado: Humboldt Bay, Rancho Seco, Vallecitos, San Onofre y Diablo Canyon.
Los laboratorios Lawrence Livermore que diseñaban armas nucleares y la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, donde se realizaban pruebas de misiles, también fueron blanco de duras críticas.
El movimiento se fortaleció con el respaldo de científicos e ingenieros que apoyaron campañas contra varias plantas nucleares, la mayoría ubicadas en la costa y cerca de las fallas sísmicas.
La policía de Diablo Canyon arresta a un manifestante en septiembre de 1981. Foto de Steve Stallone. Licencia Creative Commons 3.0
Uno de los acontecimientos más recordados es el bloqueo de diez días en la planta nuclear Diablo Canyon. De acuerdo con el Archivo Digital de San Francisco, los bloqueos transcurrieron de manera pacífica por parte de los manifestantes.
El periódico local "It's About Times" reportó que los asistentes leían poemas y merendaban mientras la policía los rodeaba. Una joven relató que recibían a las personas con aplausos y cantos de bienvenida.
En los siguientes días alcanzaron un máximo de 450 asistentes, quienes compartían clases de malabarismo, lengua de señas y formación en la no violencia. A pesar de todo, la policía arrestó a mil 900 manifestantes.
Este evento fue fundamental en el movimiento antinuclear que se extendió por California y continúa hasta la actualidad.
Mujer arrestada por protestar contra Diablo Canyon. Foto: Barbara Bowman. Licencia Creative Commons 3.0
En junio de 2016 se anunció el cierre paulatino de Diablo Canyon. Se espera que sus dos últimos reactores se desconecten a más tardar en 2025.
Diablo Canyon genera energía eléctrica para más de dos millones de personas.
Su cierre ha dado lugar a discusiones sobre el futuro de las energías limpias, pues algunos opinan que la energía eólica de la región no será suficiente para abastecer a todo California.