Los jóvenes en muchas ocasiones no se percatan de lo rápido que pasa el tiempo y que, conforme se va creciendo, las necesidades se vuelven mayores. Por ello, es crucial que desde temprana edad se hable sobre finanzas y la importancia de tenerlas en orden. Ahorrar, invertir y saber usar tarjetas de crédito es necesario para que en el futuro se tengan más opciones para lograr las metas.
Consuelo Contreras, asesora financiera patrimonial, comenta que la educación financiera no se trata solo de números o saber usar una calculadora. Implica comprender cómo tomar decisiones responsables con el dinero, identificar prioridades, y saber diferenciar entre lo que se desea y lo que realmente se necesita.

Indica, que este tipo de conocimiento requiere noción de conceptos como inflación, ahorro, crédito, inversión, y riesgo, así como desarrollar una mentalidad consciente y estratégica frente al consumo y las diferentes metas financieras que se tendrán a lo largo de la vida.
Sostiene que para iniciar, hay que ir por lo más sencillo: ayudar a identificar sus ingresos, aunque solo sea una mensualidad que les otorgan sus padres o una beca, y sus gastos fijos, como aquellos que pagan sus propias colegiaturas o su servicio de telefonía y los variables.
“Lo ideal es que aprendan a distribuir su dinero en tres rubros básicos: lo que van a gastar, lo que van a ahorrar y, si es posible, una pequeña parte para ir formando su fondo de emergencias o incluso invertir. Las apps de finanzas personales pueden ser aliadas en este proceso. Pero lo más importante es enseñarles que ahorrar no significa privarse, sino postergar un gusto para algo más grande o más importante”, menciona.
¿Qué hay que saber sobre tarjetas?
Por su parte, Alfredo Alejandro Romero Lesprón, analista pime en Banorte, considera que un joven necesita empezar a tener un historial en el banco, como contar con una cuenta, solo se requiere checar los requisitos para abrirla: apertura de monto mínimo, es decir, si se debe dejar dinero en la cuenta, cuánto dinero hay que mantener para evitar comisiones o cancelación , y si exige un número de movimientos mínimo.
En el tema de crédito, Romero Lesprón subraya que es importante empezarlo pronto, pues de esa manera, poco a poco se genera un historial que los ayudará con planes a futuro. Es importante que no solicite un pago de anualidad y que no pida compras mínimas.
“Es necesario tener mucho autocontrol porque es muy tentador tener la tarjeta de crédito, fijarse bien en las fechas de corte, calcular el monto gastado por mes, y el plazo límite de pago. Lo recomendable es pagar antes para no generar intereses y liquidaer el monto total, pues no hacerlo genera penalizaciones y afecta negativamente”.
Consuelo coincide, pero agrega: es fundamental que estén vinculadas a bancos confiables, que tengan pocas comisiones y acceso a apps amigables. En crédito, recomienda entender que no es dinero extra, sino prestado que hay que devolver, idealmente en su totalidad y a tiempo.
“Deben fijarse en el Costo Anual Total (CAT), la tasa de interés, las comisiones, y si ofrecen beneficios reales para su estilo de vida. Una tarjeta mal usada puede ser una carga, pero bien manejada, puede ser una gran aliada, sobre todo para ir construyendo un historial crediticio que les dé la oportunidad de acceder a créditos mayores en un futuro, como para un auto o una casa”.
¿Qué onda con las inversiones?
“Es un acierto que los jóvenes entren desde un inicio a las inversiones. Es muy fácil, especialmente con cuentas de débito que tienen apartados, ya que pueden ser cantidades pequeñas y generan intereses anuales. Aunque sea 500 o mil pesos y dejarlos ahí, si no tiene necesidad de usarlos o moverlos, va generando rendimiento”, declara Alfredo tras agregar que ayuda a pagar metas a futuro.
Contreras menciona que estas deben ser simples, accesibles y seguras, en plataformas digitales que permiten comenzar desde montos bajos, como tarjetas en las que se puedan hacer apartados con rendimiento, o bonos del gobierno, como es CETES.
Agrega Consuelo que es esencial contar con inteligencia emocional al momento de hablar de educación financiera. “Muchas decisiones erróneas vienen de impulsos, presiones sociales o estrés. Es importante entender que mientras empiecen antes, más fácil será alcanzar sus metas, fomentar el hábito de informarse y pedir asesoría, así como entender sus derechos como consumidores financieros”.