Política
  • "No sabía ni cómo ayudarlos": crónica de la tragedia en Puente de la Concordia, Iztapalapa

Tras la explosión de pipa en Iztapalapa, autoridades y ciudadanos ayudaron a las víctimas. | Javier Ríos

A pesar de la conmoción que causó la explosión de la pipa de gas en Iztapalapa, las personas buscaron ayudar a las víctimas y sus familias.

El olor a gas todavía flota en el aire. No es fuerte, pero está. Se cuela entre las ramas chamuscadas de los árboles, entre los cables y lonas derretidas que cuelgan como nervios expuestos. En el asfalto, manchas negras, restos de ropa y una bota fundida marcan el epicentro. Aquí ardió todo.

La explosión fue después de las dos de la tarde. Pero a las ocho de la mañana del día siguiente, brigadas de overoles guinda y chalecos fluorescentes ya barrían el Puente de la Concordia, sobre Calzada Ignacio Zaragoza. Hasta habían pintado lo chamuscado. Toda la madrugada se arrastraron vehículos: un autobús calcinado, un tráiler de cartón convertido en chatarra. En total, 28 autos fueron levantados en tiempo récord.

Silvia Mejía vive a unos metros. Se quemó la plantita afuera de su casa, ubicada en la lateral de la Zaragoza. Relata: “Escuché una turbina, pero fuertísima”. Pensó que era tierra, que se había volteado un tráiler. “Una ola blanca”. Se metió a su casa. El fuego la alcanzó. A ella y a muchos. “Una señora se metió desnuda, toda quemada. La tapamos como pudimos”.

Moisés vende birria en la banqueta, sobre una de las laterales del puente. Sus ayudantes alcanzaron a cerrar el tanque de gas y corrieron a esconderse. Solo les quemó una lona. De la gente que se acercaba, dice: “No sabía ni cómo ayudarlos”. Las patrullas llegaron, pero ya todo estaba prendido.

Los heridos fueron repartidos por toda la ciudad: ISSSTE Zaragoza, Rubén Leñero, Balbuena, Belisario Domínguez, Pediátrico de Iztapalapa, Clínica 53, Texcoco, Magdalena de las Salinas. A este último enviaron a los más afectados.

Pipa
Esta es la lista de heridos tras la explosión de pipa en Iztapalapa, se buscan a sus familiares (Jorge Carballo).

Entre ellos, Fernando Soto Munguía, conductor de la pipa. Intubado. Quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo. No ha declarado. La Fiscalía lo mantiene bajo resguardo. Ayer por la mañana, personal ministerial ingresó al hospital. Patrullas custodian el acceso.

Afuera de los hospitales: familiares, medios de comunicación, policías, fiscales. Todos esperando noticias. A que alguno de los familiares trajera información desde adentro. Adentro, los médicos hacían lo que podían. Afuera, la sala de espera.

“Nos dijeron que nos despidiéramos”

Geovani, estudiante de ingeniería mecánica en la Voca 6, tiene el 99 por ciento de su cuerpo quemado. Su hermana lo vio en la camilla. La frase, desoladora: “Nos dijeron que nos despidiéramos”.

De 16 años, Geovani se mantiene bajo observación. Su familia se turna para cuidarlo. Se les ha visto deambulando en las inmediaciones del hospital Magdalena de las Salinas. Entran, salen. Solo queda esperar.

“Yo nada más lo vi en la camilla, estaba todo vendado. Lo único que vi fue un video de la policía en el que estaba consciente cuando entró a la ambulancia. Sabía quién era, sabía dónde llamar, dio su teléfono y pudieron contactar a mi mamá”, detalla Jaquelin.
Familiares de las víctimas esperan afuera de hospitales.
Familiares de las víctimas esperan afuera de hospitales. (Foto: especial)

Del momento de la explosión, relata que pasó por encima del accidente. Le marcó a su hermano, pero no le contestó. Tomó la combi que la llevaría a casa.

“Le marca un oficial a mi mamá. Dijo que mi hermano estaba en el hospital, muy grave. Me bajé a mitad de camino. Como pude, llegué a Santa Marta”.

Devastada, Jaquelin lo único que pide es que no solo oren por su hermano menor, sino por todas las personas que están igual de graves.

“Tiene una posibilidad nula de vivir. Nos dijeron que nos fuéramos a despedir de él. Y lo hicimos”.

—¿Les dieron algún pronóstico?—.

“Nos dijeron que tal vez no pasaba la noche”.

“Mi hermana era muy bonita”

Nitzia Díaz pide un milagro. Su hermana Abril tiene cuatro hijos: dos en kínder, uno en secundaria, otro en prepa. Tiene quemaduras en el 75 por ciento de su cuerpo. “La aseguradora no se ha acercado. Nadie de la empresa. Nadie del gobierno”.

“Mi hermana era muy bonita. Y ahorita ya no sé cómo era mi hermana”.

—¿Qué estaba haciendo en la zona?—.

“Ella iba a ver un nuevo trabajo. Creo que estaba ahí, abajo del puente. Es lo único que sé. Yo ya la encontré aquí”, dice, y se suelta a llorar.
“Nada más nos dicen que vamos a contar con todo su apoyo. Que por gastos no nos preocupemos. Y nos quitan un peso de encima a los familiares. Pero no pedíamos que el hospital se hiciera responsable, sino la gasera”, acusa.

“La protegió con su cuerpo”

Alicia, checadora de combis, se volvió viral. Una de las imágenes más emblemáticas de esta tragedia la muestra con el cuerpo quemado, caminando junto a un policía que carga a su nieta de dos años. Tiene quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. La menor, Yazmín AzulethAshul, como le dice su abuela— está estable.

“La protegió con su cuerpo”, enaltece su hermana Sandra Barajas Matías, desde el hospital Magdalena de las Salinas.

Al enterarse de la explosión en el Puente de la Concordia, su familia trató de comunicarse con Alicia, pero no lograron localizarla. Fue hasta que vieron en redes sociales la imagen, cuando comenzaron a buscarla en hospitales.

“Aunque estaba herida, Alicia protegió a la pequeña hasta que llegaron los servicios de emergencia. Hoy se encuentra en el IMSS de Magdalena de las Salinas, en observación. Tiene quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo”.
Número de emergencia tras explosión en Iztapalapa | Foto: Javier Ríos
Número de emergencia tras explosión en Iztapalapa | Foto: Javier Ríos

De la menor, Ashul, como le dice su abuela, presenta quemaduras en rostro, piernas y brazos, pero está estable.

Jazmín, madre de la niña, confirma: “Lamentablemente fueron internas. Mi bebé está en cuidados intensivos, de tercer grado. Ahorita, gracias a Dios, mi hija está reaccionando muy bien. Gracias a los médicos que le están poniendo mucha atención. De verdad, muchas gracias.”

Rosa Icela Carrillo, tía de la menor, explicó que el cirujano plástico le va a quitar “lo más quemadito para que cuando la niña vaya creciendo, no se le vaya haciendo pequeña la piel”.

“La parte de la manita, fue prácticamente toda la parte de arriba y la Palma y sus dedos están casi intactos, en el Piecito izquierdo, también lo tiene bastante, como tamalito, la clínica 53, no la revisaron y nos dijeron que estaba bien, pero aquí son especialistas”

Alicia trabajaba como checadora en el paradero de Santa Martha Acatitla. Ese día, su turno terminaba a las dos. Pero se quedó esperando a su nieta. A las 14:32 horas, justo bajo el Puente de la Concordia, la volcadura de una pipa cambió sus vidas.

Daños materiales tras explosión de una pipa en Iztapalapa
Daños materiales tras explosión de una pipa en Iztapalapa | JAVIER RÍOS

Samuel Nava, presidente de la Ruta 71, explica: “Normalmente estaba sola. Ese día la iba a cuidar. Fue el momento de la desgracia”. Un compañero la encontró huyendo del fuego, cargando a la niña. Avisó a los jefes.

La Ruta aún no se conforma como empresa, por lo que no tiene prestaciones. “Es propinera. Somos hombre-camión, como nos llama el gobierno. Pero como socios estamos organizando una colecta para apoyarla con lo que se requiera durante su atención médica”, explica.

Solidaridad chilanga

En la calle, la ciudad responde. Como en el 85. Como en el 17. Como cada vez que la ciudad arde y se levanta por la misma gente.

Isidoro y su hermana prepararon arroz con pollo a la jardinera y agua de jamaica. En la cajuela de su vehículo instalaron las ollas y se estacionaron afuera del hospital Magdalena de las Salinas para regalar comida caliente.

“Ayudarnos los unos a otros. En muchos casos no hay palabras para expresarse. Sabe qué hay: un taco. Es la voluntad de nosotros. Un taco, un vaso de agua. Nada más.”
Ofrecen comida a familiares de víctimas.
Ofrecen comida a familiares de víctimas. (Foto: especial)

César Cortés reparte tortas y boings. “Hoy son ellos”, dice. “Mañana podemos ser nosotros.”

Con información de Mitzi Alejandra Zárate, César García y Ernesto Guzmán


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Amílcar Salazar Méndez
  • Amílcar Salazar Méndez
  • Reportero de investigaciones especiales, contador de historias y apasionado de la información.
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