La creciente del río Amajac ha obligado a habitantes de la comunidad de Vado Hondo, en el municipio de Jacala de Ledezma, a improvisar peligrosos métodos para cruzar de un extremo al otro, en un intento por mantener la conexión con las localidades vecinas, principalmente del municipio colindante de Tlahuiltepa.
En videos compartidos por los propios pobladores, se observa cómo han instalado una rudimentaria tirolesa artesanal que consiste en un cable metálico y una pequeña canastilla colgante.
Este dispositivo, operado de forma manual, permite a las personas cruzar suspendidas sobre el cauce del río, en medio de una fuerte corriente ocasionada por las lluvias que se han intensificado durante las últimas semanas.
Según los testimonios de los habitantes, la situación no siempre fue tan crítica. Al inicio de la temporada de lluvias, el caudal del río no impedía el paso a pie, aunque aún representaba un riesgo considerable debido a lo resbaloso del terreno y la fuerza de la corriente.
Conforme las precipitaciones se intensificaron, el paso se volvió más arriesgado, lo que obligó a utilizar caballos como alternativa para el cruce.
Riesgo diario: así cruzan el río habitantes de Vado Hondo
Ante el desbordamiento más reciente del río Amajac y la imposibilidad de transitar incluso con animales, los vecinos optaron por instalar el sistema de tirolesa.
Este cruce conecta a Vado Hondo con otras comunidades rurales del municipio de Tlahuiltepa, por lo que resulta vital para actividades cotidianas.
Ante esta situación, los pobladores han solicitado públicamente a las autoridades la construcción de un puente que garantice un cruce seguro y permanente, evitando con ello la exposición constante al riesgo de accidentes o incluso tragedias mayores.