A los asesinos de Carlos Manzo les bastó una aplicación de mensajería, labores de vigilancia y un arma de fuego calibre 9mm para perpetrar el crimen que desató indignación a nivel nacional. Veinte días después, las investigaciones de autoridades estatales y federales pueden confirmar que el homicidio del alcalde de Uruapan llevó la firma del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, informó sobre la detención del coordinador del asesinato de Carlos Manzo, a quien identificaron como Jorge Armando ‘N’, alias El Licenciado.
De acuerdo con las pesquisas, el detenido fue el encargado de ordenar a una célula de jóvenes la vigilancia, seguimiento y ataque al edil de Uruapan. Si bien El Licenciado fue presentado como autor intelectual del homicidio, su afinidad al Cártel Jalisco Nueva Generación eleva la responsabilidad del crimen a miembros de escaños más altos de la organización delictiva que operan en Michoacán.
Información recopilada por el periodista César Cabrera para MILENIO ubica a Jorge Armando “N” como operador de la célula que encabeza Ramón Álvarez Ayala, alias El R1, uno de los líderes más importantes del cártel de las cuatro letras.
Los hermanos Álvarez Ayala
Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, no llegó solo a la cúpula del narcotráfico en México. Para edificar y expandir su imperio criminal se valió de aliados clave, tal y como lo han sido los hermanos Álvarez Ayala.
El rostro más notorio de dicho clan familiar es Ramón, quien en 2012 incluso llegó a ser identificado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) como el segundo al mando del Cártel Jalisco Nueva Generación. En septiembre de aquel año, el Ejército Mexicano informó sobre su arresto y el de su hermano, Rafael Álvarez Ayala -alias R2- en Jalisco.
El ascenso del R1 en la estructura del también llamado cártel de las cuatro letras se suscitó luego de la detención de Nicolás Balcázar López, alias El Bronco. Fue entonces cuando El Mencho delegó a Ramón Álvarez Ayala el control del narcotráfico en la zona metropolitana de Guadalajara y en el norte de Jalisco.
Adicionalmente, al R1 se le asignó una misión estratégica para la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): la incursión de sus tropas en Guanajuato y Michoacán. En ambos estados ya existían grupos criminales locales asentados, lo que desató una aguerrida disputa por el control de plazas que el cártel de las cuatro letras buscaba dominar.
Entre los rivales que Ramón Álvarez Ayala y sus subordinados combatieron en Michoacán destacaron los Caballeros Templarios, pero también a Los Zetas y en un contexto más actual a un conglomerado de células delictivas autodenominado Cárteles Unidos que continúan disputando economías y territorios al CJNG.
Al momento de su detención, sobre Ramón Álvarez Ayala pesaban dos órdenes de aprehensión por delitos considerados como delincuencia organizada, además de encontrarse vinculado a cuatro averiguaciones previas iniciadas por un Ministerio Público adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Dicho proceso judicial mantuvo al R1 en prisión durante al menos una década, no obstante, un revés de un grupo de jueces permitió que recuperara su libertad el 19 de noviembre de 2022 cuando, según dan cuenta reportes de Pedro Domínguez para MILENIO, el aliado de El Mencho abandonó el CEFERESO No. 11 en Sonora.
Su hermano Rafael Álvarez Ayala, por su parte, fue identificado como un importante lugarteniente del CJNG al comandar las células con las que contaba la organización criminal en Jalisco, además de proveer vehículos para sus actividades ilícitas.
El R2 no sólo era el encargado de la seguridad de su consanguíneo sino que al momento de su detención también afirmó recibir órdenes directas de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, según reza el informe de la Defensa.
Medios de comunicación locales refieren que tras ser arrestado en Zapopan, Jalisco, Rafael Álvarez Ayala fue procesado por delitos como daños y lesiones, además de estar también implicado en averiguaciones previas de la SIEDO.
En septiembre de 2012 también fue identificado Jesús Santiago Álvarez Ayala, como el tercer hermano del R1 y el R2 quien recién había compurgado una pena en prisión por el delito de robo de vehículo.
Desde entonces, el clan familiar había mostrado su músculo e influencia al ser señalados como responsables de organizar, coordinar y llevar a cabo bloqueos e incendios en la zona metropolitana de Guadalajara, así como en el estado de Jalisco el 25 de agosto de ese año.
el dato...El presunto vínculo político de los Álvarez Ayala
El ex presidente municipal de Apatzingán, Roldán Álvarez Ayala, ha sido vinculado con el clan familiar que opera para el Cártel Jalisco Nueva Generación en el estado. El peso de sus apellidos y múltiples escándalos lo llevaron a ser objetivo de una orden de aprehensión girada en su contra por el delito de extorsión en 2016
Aunque desde hace al menos una década las autoridades mexicanas tienen conocimiento del rol que los hermanos Álvarez Ayala tienen dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación, sus operaciones no se han detenido, dejando como evidencia a al menos dos brazos armados que operan bajo su liderazgo en Michoacán.
Las Fuerzas Especiales R1 y Los Cannabis
Las redes sociales e incluso las plataformas de streaming se han convertido en el espacio ideal para que organizaciones criminales impriman sus narrativas y el Cártel Jalisco Nueva Generación no ha sido la excepción. A través de dichos recursos, integrantes de sus brazos armados suelen compartir fotografías o videos de sus operaciones, siendo Michoacán una de las entidades que mayor material audiovisual ha acumulado.
Canciones, videos y fotografías dan cuenta de la presencia de los brazos armados que el CJNG ha desplegado en el estado, siendo Los Cannabis y las Fuerzas Especiales R1 dos de los principales. Ambos grupos de pistoleros han sido vinculados a Ramón Álvarez Ayala, El R1.
Además de expresar su respeto o agradecimiento a su líder, los controversiales temas suelen ventilar los lugares por donde operan entre los que destacan municipios de Michoacán como Morelia, Uruapan, Apatzingán, Zacapu, Pátzcuaro, Quiroga, Sahuayo, entre otros.
Dentro de los objetivos de dichos grupos de pistoleros se encuentra el combate bélico con grupos criminales o fuerzas del orden que se interpongan en sus intereses. De este modo, las composiciones suelen aludir a “topones”, que es como definen los enfrentamientos armados, así como al arsenal que utilizan.
“Aquí ando en la lumbre cuidando lo que es Michoacán, soy El R2. R1 es mi hermano sabe que estamos al millón, con el de los gallos somos una organización, cuatro letras son. Don Mencho mi jefe sabe que brinco en calor [...] ya saben que pedo y que nunca ando solo, Morelia y Uruapan varios terrenos controlo”, se escucha en un narcocorrido de Enigma Norteño presuntamente dedicado a Rafael Álvarez Ayala.
Aunque en el pasado era común que los narcocorridos fueran únicamente para altos mandos de organizaciones delictivas, en la actualidad existe un grupo de artistas locales de trap o raps que dedican múltiples temas a integrantes de Los Cannabis y de las Fuerzas Especiales R1.
La cantidad de reproducciones que acumulan en plataformas de streaming intérpretes como Lokotlán, Pitufo DLK o Ian Córdova, no sólo retratan la presencia del CJNG en Michoacán sino que también dan cuenta del cambio generacional existente en el hampa mexicano.
Si bien los géneros musicales que ensalzan a grupos criminales ha cambiado, la constante continúa siendo la violencia que cobra la vida y la tranquilidad de decenas de civiles, pero también la esperanza que encarnan algunos funcionarios públicos como lo hizo el ex edil de Uruapan, Carlos Manzo.
ATJ