Uno de los primeros dos mexicanos acusados por narcoterrorismo en Estados Unidos fue asesinado en Sinaloa. Se trató de Pedro Inzunza Coronel, alias El Pichón, quien hasta el pasado 30 de noviembre era integrante de la célula criminal que encabeza su padre Pedro Inzunza Noriega, alias El Sagitario o El Señor de la Silla, uno de los últimos líderes del Cártel de los Beltrán Leyva en el estado.
El Sagitario, junto con Óscar Manuel Gastélum Iribe, mejor conocido como El Músico, y Fausto El Chapo Isidro Meza-Flores, mantienen vigentes las redes de operación de trasiego de drogas que un día encabezó Arturo Beltrán Leyva. Sus actividades, concentradas en su mayoría en el norte de Sinaloa, han entrado en el radar de autoridades estadounidenses pero en especial de la Secretaría de Marina (Semar).
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Desde el reciente asesinato de El Pichón y hasta un intenso enfrentamiento que dejó 13 muertos en Guasave, la dependencia ha encabezado los últimos operativos en la región. No obstante, los golpes al también llamado Cártel de Guasave y sus socios -El Músico y El Sagitario- comenzaron hace casi un año con un voluminoso cargamento de fentanilo que, pese a ser presentado con bombo y platillo por las autoridades, desató una serie de asesinatos y desapariciones.
La acusación por narcoterrorismo
"A los líderes del Cártel de Sinaloa los perseguiremos hasta que en la última instancia encuentren su destino y enfrenten la justicia, aquí en una sala del tribunal en el Distrito Sur de California", mencionó el fiscal auxiliar ejecutivo, Víctor Cuén, el pasado 13 de mayo cuando fue revelada la primera acusación formal por narcoterrorismo en Estados Unidos.
Los protagonistas de dicha acusación fueron Pedro Inzunza Noriega, El Sagitario, y su hijo Pedro Inzunza Coronel, El Pichón, pero también cinco de sus colaboradores: David Alejandro Heredia Velázquez, El Tano; Óscar René González Menéndez, Rubio; Elías Alberto Quiroz Benavides; Daniel Eduardo Bojórquez, El Chopper y Javier Alonso Vázquez Sánchez, Tito.
Padre e hijo se convirtieron en los primeros miembros del Cártel de los Beltrán Leyva - el cual continúa siendo ubicado por autoridades estadounidenses como una escisión del Cártel de Sinaloa- en ser acusados de narcoterrorismo pero también de cargos relacionados al tráfico de drogas y el lavado de dinero. Sus cinco colaboradores fueron señalados únicamente por los dos últimos delitos.
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La acusación, consultada por el periodista Angel Hernández para MILENIO, abundó que mientras Pedro Inzunza Noriega, Pedro Inzunza Coronel y Javier Alonso Vázquez Sánchez se ubicaban en Los Mochis, Sinaloa, sus colaboradores tenían presencia en otros estados como en Sonora y Jalisco pero también en Guatemala y Costa Rica desde donde coordinaban distintas operaciones.
Por ejemplo, David Alejandro Heredia Vázquez y Óscar René González Menéndez fueron descritos como los supervisores de actividades de contrabando de cocaína y lavado de dinero. Daniel Eduardo Bojórquez sería el encargado de coordinar la importación y distribución de drogas en territorio estadounidense, mientras que Elías Alberto Quiroz Benavides blanqueaba activos. Javier Alonso Vázquez Sánchez, por su parte, fue identificado como el encargado de los laboratorios de drogas sintéticas y bodegas donde se almacenaba el fentanilo en Sinaloa.
En ese mismo sentido se situó la insistencia en El Sagitario y El Pichón quienes, de acuerdo con el Departamento de Justicia, su parentesco de padre e hijo les permitió colaborar estrechamente para producir y traficar agresivamente fentanilo a Estados Unidos a través de una de las redes más grandes y sofisticadas del mundo. Sus operaciones, apuntaron, lograron contrabandear en los últimos años decenas de miles de kilogramos del potente opioide sintético.
"El 3 de diciembre de 2024 las autoridades allanaron varios lugares en Sinaloa controlados y administrados por padre e hijo e incautaron mil 500 kilogramos (más de 1.6 toneladas) de fentanilo, la mayor incautación del mundo", abunda en un comunicado de prensa el Departamento de Justicia.
El mega decomiso al que se refirió la autoridad estadounidense fue considerada por el gobierno mexicano como uno de los mayores golpes al narcotráfico sin esperar que, meses más tarde, terminaría por desatar una serie de eventos violentos, incluyendo el asesinato de uno de los socios clave de la red criminal de El Sagitario.
El efecto dominó del mega decomiso de fentanilo
Hace exactamente un año, el 3 de diciembre de 2024, un cargamento de más de una tonelada de pastillas de fentanilo pasó de manos de traficantes, a las de autoridades que lograron su decomiso en dos diligencias desplegadas en Guasave y Ahome.
El aseguramiento, que representó un golpe millonario para la organización criminal, fue encabezado por la Secretaría de Marina (Semar) en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), según informó el titular de la última dependencia, Omar García Harfuch.
En un inicio, el llamado "decomiso histórico" fue atribuido al Cártel de Guasave, es decir, la célula criminal que encabeza Fausto Isidro Meza-Flores. Si bien en ambos municipios sinaloenses se ha documentado una gran influencia de El Chapo Isidro, sería en uno de los detenidos durante las diligencias el que cambiaría el foco hacia su socio El Sagitario.
Tal y como reportó MILENIO, los dos hombres arrestados respondieron a los nombres de Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Vázquez Sánchez, alias El Tito. El último, meses más tarde sería contemplado en la acusación presentada ante el Distrito Sur de California en contra de Pedro Inzunza Noriega y su red de colaboradores.
el dato...El tercer detenido
Dos días después de las diligencias, también fue arrestado Adrián Cebrero Pereyra quien, de acuerdo con información del periodista Óscar Balderas, era un cocinero de la droga sintética que respondía al alias de "El Gallero".
MILENIO tuvo acceso a las declaraciones que El Tito dio durante su audiencia inicial y, pese a que afirmó trabajar de forma independiente y negó cualquier tipo de vínculo con El Chapo Isidro, El Sagitario o El Músico, la acusación presentada en su contra en Estados Unidos presagiaba su extradición... o al menos eso se creía.
El jueves 17 de julio, antes de que cualquier otro procedimiento legal se adelantara, una riña reportada al interior del Centro Penitenciario Goros II condujo a Javier Alonso Vázquez Sánchez a su fatídico destino. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó que el altercado dejó como saldo tres personas muertas y un herido.
Para sorpresa de las autoridades, o no tanta, las víctimas mortales de dicha riña fueron los tres hombres que habían sido detenidos durante las diligencias e investigaciones del mega decomiso de fentanilo: Adrián Cebrero Pereyra, Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Vázquez Sánchez.
Además de la muerte de El Tito, su familia tuvo que enfrentar la desaparición y posterior asesinato de su padre, Rosario Vázquez Salazar, sus hermanos Rosario y Omar Eduardo Vázquez Sánchez y su primo Luis Fernando Carrillo Vázquez. De acuerdo con reportes del periodista Carlos Raeb Morales para MILENIO, sus cuerpos fueron localizados con visibles huellas de tortura a finales de julio en un costado de la carretera Internacional México 15 en el municipio de Ahome.
La cacería de la Marina y el asesinato de El Pichón
Aunque el asesinato de los tres arrestados por el mega decomiso de fentanilo supuso un fin para el caso, lo cierto es que la ofensiva en contra de El Sagitario, El Músico y El Chapo Isidro no sólo no ha terminado sino que, de acuerdo con el Gabinete de Seguridad, ha estado encabezada por la Secretaría de Marina.
Tan solo a inicios de noviembre se reportó un intenso enfrentamiento en la sindicatura de La Brecha en Guasave que dejó como saldo 13 personas abatidas, cuatro detenidas y nueve liberadas. Según informó Omar García Harfuch, los hechos se suscitaron luego de que personal operativo del Gabinete de Seguridad fuera agredido por un grupo armado que se encontraba oculto bajo un puente.
Aunque el Secretario de Seguridad federal no precisó la dependencia a la cual estaba adscrito dicho personal operativo, medios de comunicación locales como Ríodoce y Noreste reportó se trató de elementos de la Secretaría de Marina. En sus informes también se precisó que los hombres abatidos tenían entre 16 y 39 años de edad y que eran originarios de municipios como Ahome, Navolato, Guasave y Nogales, Sonora.
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La intensidad de dicho operativo incluso motivó la difusión del rumor de que El Chapo Isidro había sido detenido y aunque horas más tarde se desmintió nadie esperó que el verdadero golpe a la estructura de las células criminales que sobreviven de los Beltrán Leyva llegaría tan sólo unos días después.
La mañana del 30 de noviembre de 2025, a través de su cuenta oficial de X informó Omar García Harfuch que, en una operación encabezada por la Secretaría de Marina en coordinación con la SSPC y la Fiscalía General de la República (FGR), se ubicaron en Guasave y Ahome inmuebles y laboratorios donde se aseguraron armas, vehículos, drogas, precursores químicos y se detuvieron a dos operadores de una célula delictiva.
Un día más tarde durante conferencia de prensa se precisó que los detenidos fueron identificados como Adelemo "N" y Miguel "N" quienes integran la facción de El Chapo Isidro. Adicionalmente, trascendió que entre el fuego cruzado de personal naval y el grupo criminal fue abatido Pedro Inzunza Coronel, alias El Pichón, hijo de Pedro Inzunza Noriega, El Sagitario.
El secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla Trejo señaló a El Pichón como un integrante de segundo nivel a quien, al igual que su socio Javier Vázquez Sánches -El Tito-, la muerte se les adelantó antes de que pudiera ser extraditados a Estados Unidos por los cargos que pesaban en su contra en el Distrito Sur de California.
ATJ
