¿Es oportuno que en momentos en que salimos con cubrebocas, todos “clamamos por volver a la normalidad” y los gobiernos estatales toman medidas de Estado de Sitio para enfrentar la pandemia de los más de 5 millones de casos del COVID-19 a nivel mundial, un grupo de legisladores y legisladoras planteen por enésima ocasión la “legalización” del aborto en el Congreso de Guanajuato?
Tal parece que plantear la iniciativa en este momento es por usar el adjetivo más correcto de que se trata de un momento “insensato” o “imprudente”. Así intervienen muchos gobiernos populistas y la propia Martha Lamas: meter en la agenda una y otra vez los mismos temas, justo en momentos que estamos saturados por otros temas. ¿Eso es democrático?
Porque así como Martha Lamas explicaen su libro sobre la legalización de la interrupción del embarazo en la ciudad de México cómo un grupo de mujeres que eran minoría lograron de forma exitosa la legalización del aborto en la Ciudad de México, parece que ahora estamos en un momento similar.
Lamas y sus robots introducen a diestra y siniestra la aprobación del aborto -cuando ha sido desechada y discutida infinidad de veces en la arena pública-.
Con ocasión o sin ella, como el niño que aunque llueva solo le habla a su madre de que quiere sus dulces, el tema del aborto ha vuelto a ser introducido en el pico de la pandemia en el Congreso de Guanajuato.
¿Oportuna? Claramente no: en el momento en que Lamas debería poner el dedo en la llaga -cosa que sabe hacer de maravilla- en las mañaneras de López Gatell, aprovechar sus influencias internacionales para ver el modo de hacer llegar mascarillas a la gente ¿Organizar -cuestión que sabe de mayoría- la manera distribuir despensas entre la población y “pensar” en la regulación ante la “nueva normalidad” -que será todo menos normal-?.
Estas actitudes son además de “sospechosas”, claramente “ideológicas”. ¿Por qué tanta obsesión de Lamas y sus acólitas desde su altar de la UNAM en introducir siempre el problema del aborto? ¿Y ahora en pleno COVID-19?
Astutamente porque ahora que la gente está preocupada por no contagiarse, los “normales” (que no recibimos como La mas generosas financiaciones de organismos internacionales para sus actividades) no podemos dirigir en este momento la atención hacia una iniciativa que promueve en lo oscurito Lamas. Actitud astuta, pero poco democrática.
Aunque esta mujer “defensora de las causas de las mujeres” (la Ciudad de México ha perdido miles de mexicanas muertas gracias a las muertes autorizadas por su causa abortista), posee una terquedad admirable que no se le pueden negar, le recomendamos se dedique profesionalmente a vender sus servicios de cabildeo a candidatos políticos. Económicamente -que no le va mal, ahora que es “la Biblia” en muchos “cenáculos”- con esa dedicación se haría millonaria.
Con ello además la sociedad mexicana lograría al menos un poco más de transparencia en la discusión de su agenda democrática y que los temas se discutan más a fondo: en el aborto argumentar si el embrión “es solamente una parte del cuerpo madre” o estamos ante un ser humano, porque si no es humano, le pregunto a Lamas, durante el parto ¿es infrahumano? o si no tiene vida desde la concepción, ¿la obtendrá cuando lo decida Lamas desde su cátedra de la UNAM?
* Máster y Doctor en Derecho Económico. Profesor Investigador de la Facultad de Negocios de la Universidad De La Salle Bajío y miembro nivel I del SNI. Autor del libro Competencia en tiempos de crisis.
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