El verano llega a su punto medio y, con él, una parte de la sociedad se toma un respiro… lo mismo que la burocracia tamaulipeca. No faltará quien presuma que descansa trabajando, pero eso está muy lejos de dar resultados positivos en sus responsabilidades.
A la par de la temporada vacacional se presentan condiciones meteorológicas complicadas principalmente para Morena, en donde el senador Adán Augusto López después de varios días de ostracismo salió a la luz pública para justificar el nombramiento de Hernán Bermúdez como Secretario de Seguridad de Tabasco durante su gestión, hoy prófugo de la justicia por sus vínculos con el grupo criminal "La Barredora", al afirmar que no sospechaba de ese funcionario.
A su vez la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que si las autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR) tienen alguna acusación contra Adán Augusto López, la administración federal no lo va a encubrir.
Mientras el oficialismo se sacude por dentro y trata de tapar goteras sin perder la sonrisa, del otro lado del espectro político la oposición sigue en su eterno invierno. PAN, PRI y los demás viven en un estado de hibernación selectiva: despiertan solo para lanzarse dardos entre ellos o para repetir frases recicladas que ya nadie escucha.
No hay una narrativa clara, no hay una figura que aglutine, no hay una estrategia visible. Lo único que abunda es la indiferencia ciudadana, esa que nace cuando no se distingue si están dormidos… o simplemente rendidos. Parecen más preocupados por no equivocarse que por acertar.
Porque ni MC (conocido en la política como Morenos de Closet) cumple con las expectativas serias de una oposición, a pesar de sus cifras alegres.
Y mientras tanto, el país avanza —entre tormentas políticas y sequías de oposición— sin más brújula que la memoria frágil del electorado.
Todo parece indicar que el termómetro seguirá a la alza y supeditado a los caprichos de seguridad, políticos y económicos de los vecinos del norte, y como si fuera un huracán sus coletazos pueden desencadenar una serie de complicaciones en el país.
Y en este verano de ausencias y tempestades políticas, lo único claro es que ni el calor sofoca las ocurrencias, ni el frío despierta a la oposición. México y Tamaulipas siguen su marcha… entre pronósticos inciertos y una brújula que ya no apunta al futuro, sino al próximo escándalo.