Hoy en día el cáncer de mama es un padecimiento que afecta principalmente a las mujeres. Las causas de éste son numerosas, cambios en el estilo de vida, el rápido crecimiento de las industrias, entre otros [1]. Existen diversas técnicas para la detección de alguna lesión en los senos, una de las primeras es la que se puede realizar en casa: la autoexploración. La cual es la exploración de toda la mama con la yema de los dedos con el fin de encontrar bolitas, endurecimientos o hundimientos [2]. Con el avance tecnológico, es posible que a través de imágenes de las mamas se estudie la actividad metabólica del organismo, la vascularización y la estructura celular de ésta. De esta manera, se puede determinar si existe alguna anormalidad en el funcionamiento de los senos [3].
Una técnica muy importante en la investigación del cáncer de mama es la mamografía. En ella, el radiólogo busca microcalcificaciones que pueden indicar la presencia de cáncer en estado temprano. De manera complementaria, el diagnóstico asistido por computadora de mamografías implica el procesamiento de su imagen digital. La segmentación de la región de la mama a través de algoritmos matemáticos, limita la zona de búsqueda de lesiones y microcalcificaciones. Aún más, con métodos estadísticos es posible la caracterización cuantitativa de éstas. La mamografía es un examen que se recomienda realizar después de los 40 años de edad [4].
Otro método de detección de lesiones mamarias, es el ultrasonido mamario, el cual es recomendado a mujeres menores de 40 años. En esta herramienta de diagnóstico, se capturan imágenes del interior del cuerpo usando ondas de sonido. Las imágenes de ultrasonido proporcionan datos fisiológicos por medio del análisis computacional. Permite obtener una descripción cuantitativa del flujo sanguíneo y las características de flujo local. Por medio del cómputo, se pueden extraer propiedades de flujo, este proceso proporciona información indirecta sobre el metabolismo y su funcionalidad [4].
Un tratamiento de imágenes, que ayudan a la valoración de un tumor es la tomografía por emisión de positrones (PET). Es una técnica de evaluación por imagen no invasiva. Esta evaluación produce una imagen en la que se resaltan zonas del cuerpo que presentan células tumorales. Con procesos computarizados se logra adquirir información que describe la condición y el estado metabólico de las células. Este análisis ayuda a los médicos a identificar la actividad normal y anormal en tejido [4].
La biopsia de mama es un examen médico en el que se toma una muestra de tejido mamario y se envía a un laboratorio para que sea analizado. El patólogo analiza la muestra por medio de un microscopio para evaluar si hay células cancerosas o no. Con el crecimiento científico, se han desarrollado sistemas para la captura de imágenes microscópicas. Dichas imágenes se examinan por medio de algoritmos para adquirir características que representen o describan su condición [5].
Un método relativamente nuevo en la detección de lesiones en seno, es la termografía mamaria, la cual hace uso de tecnología infrarroja. Las masas precancerosas y cancerosas necesitan un suministro abundante de nutrientes para mantener su crecimiento. Para proporcionar esto, aumentan la circulación y crean nuevos vasos sanguíneos; este proceso produce un aumento en las temperaturas superficiales de la mama. La termografía mamaria utiliza cámaras infrarrojas ultrasensibles para producir imágenes de alta resolución de estas temperaturas y cambios vasculares. Este método no causa dolor y según estudios realizados, permite localizar un tumor de 10mm - 30mm de diámetro. Es capaz de detectar lesiones en mujeres menores a 40 años [6].
En conclusión, un examen por medio de una imagen, es una forma en que los médicos puedan ver lo que sucede dentro del cuerpo. Esta evaluación envía y/o recibe formas de energías (como rayos X, radiación infrarroja, ondas de sonido, partículas radiactivas o campos magnéticos) a través del organismo. Los tejidos del cuerpo cambian los patrones de energía para hacer una imagen. Estas imágenes muestran cómo se ve y funciona su interior para que los médicos puedan ver los cambios que pueden ser causados por enfermedades como el cáncer. En la Maestría en Computación Óptica, se está trabajando en el desarrollo de métodos computacionales que analicen estas imágenes digitales, como los termogramas mamarios para la detección de regiones relacionadas a una probable lesión. Debido al tamaño y la complejidad del análisis de innumerables datos, las computadoras se ponen a la tarea del procesamiento, visualización e incluso clasificación de imágenes que ayudan a distinguir un resultado normal entre uno anormal.
LAURA ALVARADO, CARINA TOXQUI, OSMOND ZERMEÑO
Maestría en Computación Óptica