Política

Los Valores en la Sociedad

En cierta ocasión un locutor de radio me formuló la clásica pregunta de la razón por la que hemos perdido los valores, no puedo evitar sonreír en estos momentos. Imagino que piensan que los valores son como las llaves del auto que se pierden o las tarjetas del banco, o la credencial del INE o las banderas que tenía el director guardadas en su oficina. Lo insólito es cuando veo su cara de sorpresa y desilusión cuando respondo que no hemos perdido nada, que tal afirmación no puede existir. Cualquier radiografía de los tiempos actuales nos permitirán ver que lo que la humanidad valora es muy distinto a lo que valoraba hace 50 años o 30 o 10 incluso. Para todos es obvio que lo que se valora hoy es el dinero, la acumulación del dinero por sobre todas las cosas; se valora el poder, la posición social, los placeres propios de la riqueza y el exceso.

Los valores son elecciones que hacemos todos los días, preferencias que tenemos en relación a determinadas cosas, hechos o personas. Los valores forman parte de un organismo social vivo, constante, permanente; nos permiten identificarnos unos a los otros, relacionarnos, comunicarnos, en una simple idea, nos permiten vivir en sociedad. Nos relacionamos con personas que valoran cosas similares a las que nosotros valoramos, es por esto que en el centro de todo evento y realidad humana, sea del carácter que sea, están los valores: la discusión sobre los valores. Los valores son dependientes –existen gracias a que los elegimos-, son bipolares –como existe la justicia también existe la injusticia-, y son Jerarquizables –anteponemos unos a otros cotidianamente-. Sin duda alguna son las más poderosas estructuras de la construcción de una sociedad. Los valores son conscientes, inconscientes, funcionales, disfuncionales, culturales, universales, profesados y vividos.

La moral es la discusión entre lo bueno y lo malo, lo debido y lo indebido. La ética es la reflexión que hacemos en relación con nuestras acciones y con los valores que elegimos; la ética tiene que ver conmigo mismo, la política tiene que ver con los demás. Parece una masa amorfa de conceptos que van en la misma bandeja pero no es así, cada uno ocupa su sitio en el concierto de realidades humanas. Es una discusión tremendamente humana y majestuosamente candente, yo diría imprescindible e insustituible.

Los hábitos son comportamientos o acciones repetitivos instalados en un tiempo y un espacio e implicados en una ganancia determinada. Son las llaves del éxito o del fracaso. La tarea es hacerlas conscientes y manipularlas desde nuestra conveniencia y nuestros objetivos de vida. También son tremendamente poderosos.

Al final del tema número dos del libro Desarrollo Humano para Abogados, encontrarán un delicioso ensayo del tiempo libre: preguntas sobre la verdadera libertad del tiempo y de nuestra capacidad de ser libres también para él. Me parece que nada más nutritivo para el mundo jurídico que estos temas planteados de una manera moderna (o posmoderna más bien), actual y tremendamente confrontante de lo que hacemos hoy día frente a la realidad social que vivimos. Seguiremos redactando artículos explicativos de cada uno de los capítulos del libro con el propósito de conocer estos contenidos.

Consultas: www.desarrollohumanoparaabogados.com.mx y en Facebook: Desarrollo Humano para Abogados.

Abelardo Fernández Fuentes

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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